Miembros del Ejército mexicano dijeron que la detención de Salvador Cienfuegos se puede tomar como una venganza de la Administración para el Control de drogas (DEA por sus siglas en inglés) por no haberle permitido operar de manera conjunta con el Ejército Mexicano, declaró el periodista Omar Sánchez de Tagle en una nota en The Washigton Post.
También aseguraron que es un golpe para el Ejército y que pone en riesgo la cooperación bilateral entre los países ya que no se informó previamente de la investigación y detención a la Cancillería mexicana. A partir de ese día el intercambio entre los países se redujo.
Según la nota los asesores legales del General planteaban dos escenarios, uno donde no tuviera cargos en su contra, pero sí la carpeta de investigación de la Fiscalía General de la República, por lo que podía regresar a su domicilio, poniéndose a disposición de las autoridades. Si las autoridades mexicanas solicitarán ante un juez su detención pedirían que Cienfuegos fuera internado en el Campo Militar Número Uno.
Las declaraciones de un alto funcionario para el periódico, afirmó que el Ejército mexicano ya realizó investigaciones internas para averiguar si Salvador Cienfuegos cometió algún delito, que por el momento no han encontrado y ratificó que el incremento de cerca 10 millones de pesos en sus ingresos se explica en sus declaraciones patrimoniales del 2015 y 2018.
Las Fuerzas Armadas prohibieron a sus elementos hablar del tema. Mientras que la Fiscalía General mexicana está analizando el expediente de las autoridades de Estados Unidos y dependiendo de esto podrían solicitar una orden de aprehensión.
