Este 10 de mayo dijo adiós uno de los grandes fotógrafos mexicanos, el famoso “niño” aprendió el oficio del periodismo gráfico a los nueve años y forjó una carrera que lo catapulto como un referente de la nota roja en México.
A los 88 años se despidió de la vida, se caracterizaba por ser un hombre sencillo y sincero, quien tenía una memoria incomparable y podía contar la historia de cada una de las miles de fotografías que tomó durante su labor como reportero. Se dedicó a cubrir la nota policiaca para diversos diarios en la Ciudad de México.
Inició en el mundo de la fotografía con la cámara que le obsequió su padre y comenzó a inmortalizar monumentos, el tráfico, los ferrocarriles y la Alameda Central. Su interés por la nota roja nació a raíz de sus constantes visitas a los cines a mirar películas de gangsters y de la mafia italiana, filmes en los que se basó para realizar sus fotografías.
“En vez de jugar con una pelota o con canicas, jugaba yo con mi camarita y no la soltaba, era una cámara de medio formato y nomás tomaba 12 fotos en blanco y negro”
Metinides conocía el dolor de las víctimas y sus familiares, algo que respetaba y la principal razón de no involucrar sangre en sus imágenes.
Su muerte causó una reacción inmediata de todos los medios de información, pues el maestro dejó una huella imborrable en la historia del periodismo gráfico en México y marcó un legado en la manera de retratar situaciones
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