Los disturbios desencadenados por el encarcelamiento del expresidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, ocurrido el pasado miércoles 7 de julio, sumaron 72 muertos y mil 234 detenidos hasta este martes, por lo que la Policía y el Ejército trabajan en conjunto para estabilizar las zonas afectadas.
Las regiones de la oriental de KwaZulu-Natal y la provincia de Gauteng, punto central económico, son las zonas que presentan los mayores incidentes ante la violencia, además de que los centros comerciales y tiendas fueron destruidos, mientras que los vehículos e inmuebles fueron quemados.
El encarcelamiento se procesó por desacato judicial, sin embargo, Jacob Zuma afirmó que todos los cargos por corrupción contra él tienen una motivación política. Y ante las protestas derivadas del hecho, se desplegaron dos mil 500 soldados para apoyar a la policía.
El Ministro de Seguridad sudafricano, Bheki Cele, recalcó que ningún descontento social debe orillar a nadie a saquear, vandalizar e incumplir la ley; asimismo, pidió a los afectados por los incidentes a no hacer “justicia por su mano”.
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Por su parte, el Presidente Cyril Ramaphosa advirtió que la situación impactará en la seguridad alimentaria y sanitaria del país, además de afectar la recuperación económica y el avance del plan de vacunación contra coronavirus.
MAEP.