La actual escalada de tensiones y ataques entre israelíes y la organización palestina Hamás, que sucede desde los inicios de la pasada semana, ha levantado las alertas de la comunidad internacional en cuanto a encontrar una solución para el cese de las hostilidades y la salvaguarda de las vidas humanas.
Recientemente fue el turno del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que desde Copenhague reiteró el derecho de Israel a «defenderse», aunque le recordó su responsabilidad para evitar víctimas civiles, llamamiento que hizo extensivo a todas las partes.
De esta forma, Estados Unidos ratifica su espaldarazo a sus fieles aliados de la zona. El jefe de la diplomacia estadounidense aprovechó el llamado para instar a Hamás a detener «de forma inmediata» el lanzamiento de misiles.
Las declaraciones de Blinken preceden a acciones tomadas desde la Casa Blanca por el presidente Joe Biden, quien en llamada telefónica al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, le aclaró su esperanza de que el conflicto acabe “más pronto que tarde”. Aunque, desde la posición de Estados Unidos “Israel tiene derecho a defenderse cuando ha recibido miles de cohetes en su territorio”, señaló el mandatario.
De igual manera, Netanyahu declaró ante su Consejo de Ministros, este domingo, que su país cuenta con el apoyo de la comunidad internacional, comenzando por el presidente de Estados Unidos, a quien agradeció su respaldo a la operación del Ejército contra el movimiento islamista palestino.
No obstante, la nación norteamericana pidió a Israel que le brinde “precisiones” sobre la “justificación” del ataque que destruyó el sábado en Gaza un edificio que albergaba a la prensa internacional, señaló Blinken.
Desde el 10 de mayo, cuando comenzó la actual espiral de violencia, unos 200 palestinos han perdido la vida, de ellos 58 niños, y más de 1.300 han resultado heridos. En Israel, los disparos de cohetes mataron a diez israelíes, entre ellas un niño.
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LYMA
