Tras el rebrote de Covid-19 en la ciudad de Shanghái, todos los residentes están obligados a realizarse pruebas para detectar el virus. Además, el sector del comercio ha cerrado sus puertas, así también como los parques de diversiones. Ante esto, en los supermercados se registraron miles de compras de pánico por lo que los estantes de artículos del hogar y alimentos quedaron vacíos.
Asimismo, desde el fin de semana pasado, la ciudad reportó tres mil casos más por coronavirus, de los cuales 50 de las personas infectadas eran asintomáticas. En el mismo sentido, la Comisión Nacional de Salud de China confirmó mil 249 contagios locales y más de un millar en la provincia nororiental de Jilin. Por lo que China mantiene desde hace dos años un enfoque «dinámico de cero Covid» con una estrategia de prevención más económica y eficaz.
Cabe recalcar que China clasifica los casos confirmados, así como el de las personas enfermas, de manera que el total se registra en números más bajos en los informes diarios. Para ello, se exhorta a los habitantes a realizar el confinamiento necesario y las pruebas masivas, así como los contactos cercanos son puestos en cuarentena ya sea desde casa o en alguna instalación gubernamental. Sin embargo, la tasa de vacunación de China rodea en 87 por ciento.
Los datos nacionales, publicados a principios de este mes, muestran que más de 52 millones de personas de 60 años o más aún no han recibido ninguna vacuna contra Covid-19. Por ello, las tasas de refuerzo son bajas, ya que sólo el 56.4 por ciento de las personas de entre 60 y 69 años han recibido una vacuna de refuerzo y el 48.4 por ciento de las personas de entre 70 y 79 años han recibido una dosis.
Por otra parte, las dificultades crecen en la desaceleración de la activación económica, pues la medidas extremas obligan a la ciudad a cerrar negocios, oficinas y demás.
Te puede interesar: Covid: China registró récord de casos en lo que va del 2022
MAO
