El gobierno de Rusia realizó una lista con 600 ciudadanos canadienses, entre los que se incluye el primer ministro, Justin Trudeau, mismos a quienes se les prohibirá la entrada al país de manera permanente. Además, también aparecen funcionarios de relevancia política en Canadá, como la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, la ministra de Defensa, Anita Anand y el ministro de Justicia, David Lametti.
Ante esto, Moscú ha defendido la necesidad de mantener relaciones respetuosas y buena vecindad. Asimismo, subrayó que se tomó las sanciones tomadas de manera involuntaria y exclusivamente como respuesta a las acciones hostiles de los líderes canadienses.
En este mismo contexto, el ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia refirió a la búsqueda de relaciones mutuamente respetuosas de Ottawa que abandonen el rumbo «rusofobico» que priva al país de la independencia en política exterior y no cumple con sus intereses internacional.
Por ello, este miercoles las autoridades canadienses anunciaron una nueva batería de sanciones contra Moscú, esta vez contra un total de 203 personas a las que acusa de «complicidad» en el intento de anexión por parte de Rusia de los territorios separatistas ucranianos de Donetsk y Lugansk.
Por lo que el gobierno de Canadá sancionó a once altos funcionarios y 192 miembros de los consejos de las autoproclamadas repúblicas, de los que ha dicho que son «cómplices de las violaciones en curso del régimen de Rusia contra la integridad territorial y la soberanía de Ucrania».
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MAO
