En el transcurso de este sábado miles de personas marcharon en el centro de Roma, capital italiana, para protestar contra el fascismo y pedir la ilegalización de movimientos surgidos de esa ideología, en una demostración de la fuerza de los sindicatos italianos.
Maurizio Landini, Secretario General de uno de los principales movimientos denominado CGIL, aseguró que “gracias a la unidad de los sindicatos, el país puede caminar unido para defender la Constitución y la democracia”.
De acuerdo con todos los sindicatos presentes, la manifestación estuvo compuesta por más de 100 mil personas, sin embargo, autoridades romanas redujeron esta cifra a 50 mil.
La marcha, bajo el lema «Nunca más fascismos», llegó a la Plaza de San Giovanni, escenario de reivindicaciones emblemáticas, donde ondeaban cientos de banderas y globos de colores para dejar claro su carácter pacífico, en contraste con los violentos que asaltaron la sede de la CGIL.
Los principales líderes políticos del centroizquierda estuvieron presentes, como el secretario general del Partido Democrático (PD), Enrico Letta, y el del M5S, Giuseppe Conte, aunque con un perfil bajo y sin hacer declaraciones.
En previsión de posibles incidentes ante el temor de una infiltración de militantes neofascistas, fueron desplegados miles de agentes de las fuerzas del orden, aunque no se registraron incidentes.
Entre los arrestados figuran los líderes de Forza Nuova, Roberto Fiore y Giuliano Castellino, que siguen en prisión después de un juez considerase que habían trazado una estrategia en el asalto a la sede de la CGIL y en el intento fallido a la sede del Gobierno, que fue evitado por la policía.
Italia fue el país de origen en 1919 del Fascismo, una ideología que surgió a través de la crisis y el malestar tras la Primera Guerra Mundial.
