Las medidas tomadas por el gobierno del primer ministro británico Boris Johnson desde la mitad del año pasado parecen alcanzar los niveles de efectividad, luego de prolongados periodos de confinamiento en todo el territorio nacional.
En efecto, la prensa del país informó ayer que solo se habían reportado cuatro muertos en Gales pero ningún fallecimiento en Irlanda del Norte, Escocia e Inglaterra.
A propósito de los datos recientes, y de los avances en el esquema de vacunación, Clive Dix, jefe saliente del grupo de vacunas, ha situado para agosto la fecha de cero circulación del virus en el país. Criterio que ha sido amparado por los responsables de la Sanidad en los tres territorios mencionados; en un comunicado conjunto donde pactan cambiar el nivel de alerta de la “Covid en Reino Unido de nivel 4 a 3”.
Lo que significa una mayor apertura de la hostelería, los pubs y los restaurantes, así como la flexibilización de las reuniones sociales en lugares cerrados de hasta 6 personas o de dos hogares diferentes.
En entrevista, el experto señala que de cara a finales de año se está trabajando en un programa de refuerzo de la vacuna, con un exhaustivo análisis de las vacunas que se aplican en el país.
No obstante, añadió, que dicho análisis podría retrasarse hasta principios de 2022.
Desde los inicios de la pandemia, Reino Unido se ha caracterizado por tomar medidas diferentes a las adoptadas por el resto de países europeos, entre ellas, el cierre total de las fronteras de la nación, y la administración de más de 51 millones de vacunas, convirtiéndolo en el segundo país que más rápido ha administrado la primera dosis en al menos la mitad de su población adulta.
Esa actividad ha sido destacada por el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI), que manifiesta estar conforme con los bajos niveles de infección por coronavirus en Gran Bretaña, y también está satisfecho con la disponibilidad del resto de vacunas no producidas por ellos como las de Pfizer y Moderna.
No obstante, a todas estas buenas noticias que envuelven a los británicos, y que el país se encuentra ahora en el nivel más bajo de infecciones desde el pasado septiembre y que las admisiones hospitalarias por la enfermedad siguen disminuyendo, su primer ministro ha aclarado que “abrace a quien abrace, habrá que hacerlo con precaución y moderación”, y la recomendación va amparada por las mutaciones que va demostrando el virus y la rápida expansión de diferentes cepas a nivel mundial.
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