El miércoles 26 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó a los servicios de inteligencia redoblar los esfuerzos para investigar, en 90 días, los orígenes del COVID-19, lo cual incluye la teoría de que proviene del laboratorio en Wuhan. Ante este discurso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lamentó el día viernes 28 de mayo, que la investigación “se vea envenenada por la política”.
Ante las presiones de Estados Unidos para que los estudios prosigan, Mike Ryan, Director de Emergencias Sanitarias de la OMS, aseguró que todo país es libre de defender sus propias teorías de origen, sin embargo, pidió que le den a la organización su espacio para trabajar.
“Se están viendo discursos en los medios con muy pocas noticias o evidencias verdaderas”.
Mike Ryan.
Sin embargo, miembros del equipo de la OMS viajaron a China y, aunque encontraron numerosos obstáculos burocráticos por parte del país, lograron concluir que la hipótesis más probable del origen del coronavirus era que viene de un animal salvaje aún no confirmado.
Ryan aseguró el día de hoy que la OMS y los Estados Miembros seguirán trabajando para avanzar a la siguiente fase de investigación, pero cumplirlo en los 90 días que exige Biden será casi imposible. Asimismo, aseguró que para estudiar todas las teorías, se necesita una “atmósfera positiva y un proceso solidario”, situación que la política está dificultando.
MAEP.