La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ordenó detener en todos los puertos de entrada del país, los embarques de tomates frescos mexicanos procedentes de las firmas Agropecuarios Tom y Hortícola Tom y sus subsidiarias, sospechosas del uso de trabajo forzado.
En un comunicado la CBP, dijo que detectó cinco indicadores de trabajo forzado de la Organización Internacional del Trabajo (OIT): abuso de vulnerabilidad, engaño, retención de salarios, servidumbre por deudas y condiciones de vida y trabajo abusivas.
La orden de detención de descarga, solo afectará las importaciones de tomate fresco hacia Estados Unidos desde las granjas de esas firmas y sus subsidiarias.
«Confiamos en que los cimientos que hemos construido con nuestros socios mexicanos permitirán una respuesta colaborativa y multilateral a las acciones de aplicación del trabajo forzado dentro de las cadenas de suministro de América del Norte», añadió.
Las leyes federales de Estados Unidos prohíben la importación de mercancías producidas, total o parcialmente, por trabajo de convictos, trabajo forzado o trabajo no remunerado, incluido el trabajo infantil forzado o no remunerado.
Para recuperar en permiso, las empresas deberán demostrar que la mercancía no fue producida con trabajo forzado, ya que la CBP detiene los embarques sospechosos por violar ciertas disposiciones.
“En octubre de 2020, las autoridades mexicanas tomaron medidas por las denuncias de condiciones de trabajo forzado en la misma plantación de tomates, lo que demuestra el compromiso compartido del Gobierno mexicano de proteger los derechos humanos de los trabajadores”, acotó la agencia estadounidense.
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