Durante una reunión de altos funcionarios, Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, reconoció que su país enfrenta escasez alimentaria, así como el incumplimiento de las metas de producción de grano en el sector agrícola debido a los tifones que en 2020 ocasionaron inundaciones.
“La situación alimentaria del pueblo se está volviendo tensa”, aseguró Kim Jong-un.
En ese sentido, el medio NK News informó que los precios de los alimentos se han disparado, pues detallaron que un kilogramo de bananos vale 45 dólares.
Cabe destacar, que Corea del Norte cerró sus fronteras para mitigar los contagios de Covid; como consecuencia, el comercio con China, país del cual dependen para la alimentación, fertilizantes y combustibles, se ha desplomado.
Además, el país asiático enfrenta dificultades debido a las sanciones internacionales, impuestas por el desarrollo de sus programas nucleares.
En la reunión plenaria del Comité Central del Partido de los Trabajadores, que inició esta semana, el líder norcoreano abordó la situación alimentaria.
Kim declaró que la producción nacional industrial había crecido solo una cuarta parte, comparada al mismo período el año pasado.
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Cabe recordar que, en abril de este año, Kim Jong-un reconoció de manera inusual, las adversidades que se avecinan, por lo que insistió a sus funcionarios llevar a cabo “otra, más difícil “Ardua Marcha” para mitigar las dificultades de nuestro pueblo, aunque sea un poco”.
La “Ardua Marcha” fue un suceso histórico que los funcionarios norcoreanos utilizan de referencia, y que ocurrió en la década de 1990, cunado la Unión Soviética colapsó y dejó sin asistencia a Corea del Norte. Se estima que en ese momento 3 millones de habitantes norcoreanos murieron de hambre.
