El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó la muerte del líder del Estado Islámico (EI) Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi durante una operación antiterrorista lanzada en el noroeste de Siria.
Biden detalló que el líder islámico murió en una explosión que él mismo provocó, “mientras nuestras tropas se acercaban para capturar al terrorista, en un acto final de cobardía desesperada y sin ninguna consideración por las vidas de su propia familia o de otros en el edificio, decidió volarse a sí mismo por los aires”, detalló el presidente norteamericano.
Anoche, bajo mi dirección, las fuerzas militares estadounidenses en el noroeste de Siria llevaron a cabo con éxito una operación antiterrorista (…) gracias a la habilidad y valentía de nuestras Fuerzas Armadas, logramos retirar del campo de batalla a Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi
El mandatario estadounidense no dio detalles sobre el operativo, pero aseguró que todos los elementos que participaron en ella regresaron a salvo.
El Gobierno estadounidense anunció la pasada madrugada que había llevado a cabo «con éxito» esta operación en la provincia de Idlib, el último bastión opositor en el noroeste de Siria.
«Las fuerzas de Operaciones Especiales bajo el control del Comando Central de los EE UU llevaron a cabo una misión antiterrorista esta noche en el noroeste de Siria. La misión fue un éxito», anunció el portavoz del Pentágono, John Kirby.
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El presidente no confirmó la cifra de fallecidos durante la operación, que según los denominados Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera en las áreas de Siria controladas por al oposición, dejó 13 muertos, entre ellos seis niños.
No obstante, insinuó que todas las víctimas civiles se debieron a las acciones de Al Qurashi y, aseguró, que la operación ha «enviado un mensaje claro a los terroristas de todo el mundo».
