Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, sí tenía en su poder documentos clasificados sobre la capacidad nuclear de un país extranjero.
La documentación, hallada en su casa de Mar-a-Lago, Florida, fue requisada por el FBI el pasado 8 de agosto luego de realizar un cateo en busca de documentos pertenecientes a su administración, y por ende, a los Archivos Nacionales.
El cateo del FBI forma parte de una de las investigaciones en contra de Trump: la otra se trata de su papel durante el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero, pero en ninguna de las dos el exmandatario tiene una posición de ventaja.
De acuerdo con el rotativo estadounidense, The Washington Post, el FBI no ha difundido de qué país se trata los documentos, ni si es aliado o contrario, mientras que ha trascendido que una jueza ha prohibido el uso de la documentación hasta que sea sometida a revisión por parte de un perito independiente.
Sin embargo, la situación es delicada, pues la documentación clasificada del gobierno de Estados Unidos y en especial aquella que es tratada directamente por el presidente se resguarda bajo estrictas medidas de seguridad e incluso el acceso para algún miembro de su gabinete requiere autorización.
Por si fuera poco, existe una gran preocupación por parte de los servicios de inteligencia, pues el documento confirma que Trump sí extrajo documentos confidenciales, lo cual no debió haber hecho, además, el FBI indicó que la documentación estuvo almacenada bajo condiciones de seguridad “inciertas” por más de 8 meses, lapso que el expresidente lleva fuera del 1600 de Avenida Pensilvania.
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En ese sentido, el FBI recuperó más de 300 documentos oficiales en Mar-a-Lago tan solo este 2022, de los cuales 184 han sido enviados en 15 cajas a la Administración Nacional de Archivos y Registros en enero; 38 más en junio que el abogado de Trump entregó y más de 100 luego del registro de agosto.
Empero, el FBI sigue encontrándose con dificultades en lo que se refiere a las investigaciones en contra de Trump, pues incluso su entorno cercano durante su administración ha sido cuestionada por el Buró en reiteradas ocasiones respecto a la documentación confidencial, lo cual ha respondido con evasivas.
AM
