La posible invasión tendría lugar el 15 de febrero y alerta que el conflicto provocaría más de 50 mil muertos.
Según fuentes de la Administración del actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, Rusia habría concentrado hasta el momento el 70 por ciento de las fuerzas necesarias para iniciar una invasión. El objetivo del Ejército ruso, según fuentes, es de acumular un mínimo de 120 grupos tácticos de batallones.
Los pronósticos de víctimas oscilan entre los 25 mil y 50 mil civiles muertos, a los que se añadirían entre cinco mil y 25 mil miembros del Ejército ucraniano y entre tres mil y 10 mil del Ejército ruso. El conflicto provocaría entre uno y cinco millones de desplazados internos o refugiados, cuyo destino principal sería Polonia.
La primera reacción del Gobierno ruso a estas estimaciones ha procedido de su embajador ante Naciones Unidas, Dimitri Polianski, quien las considera como un acto de «alarmismo y locura», así lo mencionó en redes sociales.
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La postura oficial es no tener intención alguna de protagonizar una incursión en suelo ucraniano y que la acumulación de efectivos en la frontera obedece a ejercicios habituales y a una medida de protección ante lo que percibe como un intento de la OTAN para expandir su burbuja de influencia en el este de Europa.
Las fuentes indican que hasta el momento no cuentan con garantías de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, haya decidido iniciar esta operación militar.
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