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“El hijo del presidente, su laptop y la guerra en Ucrania”

por | Nov 24, 2022

Hunter Biden es el segundo hijo del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Hunter es abogado por la universidad de Yale, semillero de los presidentes de aquel país. Sin embargo, su trayectoria ha estado plagada de controversias, como su baja de la marina por no pasar la prueba antidrogas.

Hunter se ha desempeñado sobre todo en áreas financieras de fondos de cobertura, en Paradigm Global Advisors de 2006 a 2011, y luego en Seneca Global Advisors, cuyo modelo de negocios consistía en asesorar a empresas para acceder a los mercados globales. Su actividad financiera lo llevó en 2014 a formar parte de Burisma Holdings, propiedad del ex político ucraniano Mykola Zlochevsky, quién enfrentaba acusaciones de lavado de dinero por el gobierno de ese país europeo. Documentos al respecto señalan que la labor de Hunter con Burisma se centró en la implementación de mejores prácticas corporativas, hasta su salida del fondo en abril de 2019.

El tema no pasó desapercibido por las autoridades norteamericanas de la administración Obama quienes señalaron la posibilidad de una percepción de conflicto de interés para el entonces vicepresidente Joe Biden, quién por lo demás, trabajó con otros líderes de occidente para la remoción del procurador de justicia ucraniano, Viktor Shokin, de quién se decía bloqueaba las investigaciones anticorrupción.

Tiempo después, el entonces presidente Donald Trump y su abogado personal, Rudy Giuliani, acusaron sin evidencia a Joe Biden de intentar proteger a su hijo del tema de Burisma Holdings y presuntos actos de corrupción a través de actos de presión para defenestrar al fiscal ucraniano. La aseveración de Trump omitía que la política oficial de Estados Unidos y la Unión Europea era quitar a Shokin.

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En julio 2019 se dio la famosa llamada telefónica entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en la que el mandatario norteamericano suspendió 391 millones de dólares en ayuda militar y luego exigió a Zelensky que investigara a los Biden. Esa acción generó una investigación del Congreso en 2020 en contra de Trump por intentar utilizar la política exterior y al gobierno de Ucrania para atacar la campaña electoral de Joe Biden.

Los problemas de Hunter de hecho empezaron antes. A finales de 2018, autoridades federales norteamericanas iniciaron investigaciones en contra de él por evasión fiscal, lavado de dinero y por el tipo de negocios con países extranjeros, entre ellos China.

Sin embargo, 20 días antes del final la campaña presidencial de 2020, una laptop presuntamente propiedad de Hunter irrumpió en el escenario electoral. La narrativa de la campaña de Trump se centró en parte de los 217 gigabytes de información que un técnico de Delaware supuestamente entregó a las autoridades en vista de videos sexuales explícitos de Hunter.

Los republicanos no tuvieron empacho en tachar el contenido sexual como pedofilia, aunque posteriormente se verificó que “la menor” en realidad tenía 26 años.

De mayor importancia ha sido la información sobre las negociaciones entre Hunter y su tío James Biden, con productores de gas ucranianos que habrían desembolsado grandes cantidades de dinero para tener a Hunter dentro de su consejo directivo. Lo es también los depósitos por honorarios de BHR Partners, compañía china de energía, que Trump declaró ser un “fondo de mil 500 millones de dólares”.

Las investigaciones en contra de Hunter continúan. Queda por aclararse porque Trump, en 2019, optó por suspender específicamente la ayuda militar a Ucrania si Zelensky se rehusaba a investigar a los Biden.

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