La Ciudad de Gaza sigue siendo el epicentro de los ataques bélicos entre las fuerzas de Hamas y los israelíes. El más reciente cobró la vida a diez personas de una misma familia, entre ellos ocho niños, al desplomarse el edificio de tres pisos donde se encontraban.
En el ataque murieron la madre y cuatro niños de 5 a 15 años, según fuentes médicas palestinas. También fallecieron cuatro de sus primos, de 8 a 14 años, y su madre, que habían ido a visitarlos con motivo de la fiesta del Aíd el Fitr, que marca el final del Ramadán.
Este episodio es catalogado como el más letal desde el inicio de las confrontaciones en la madrugada del lunes pasado. La espiral de violencia que se vive en la zona hace sonar las alarmas ante una nueva “intifada” o respuesta palestina tras varios años en que ambos bandos no se sientan a la mesa de conversaciones.
Según el ejército israelí, a través de un comunicado, los ataques se desplegaron por cinco puntos diferentes y entre los objetivos se encontraban los cuarteles generales de Taufik Abu Naim, comandante de las fuerzas de seguridad de Hamás, así como varios “lugares usados para los lanzamientos de cohetes” al norte y al sur del enclave, además de edificios de la “inteligencia militar” de Hamás.
Uno de esos ataques destruyó un edificio donde estaban las oficinas de The Associated Press y Al-Jazzera. Todos los empleados y colaboradores lograron salir ilesos.
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Hasta el momento, las cifras contabilizaban 139 palestinos muertos, entre ellos 39 niños, y mil heridos. Además, más de 2 mil 300 cohetes han sido lanzados desde Gaza contra el territorio israelí, donde han muerto una decena de personas, entre ellas un niño y un soldado, y hay 560 heridos.
LYMA
