Ante la tragedia ocurrida en Corea del Sur, el presidente surcoreanor, Yoon Suk-yeol, llegó al altar en memoria de las 154 personas muertas en una aglomeración durante una fiesta de Halloween, mientras las autoridades enfrentaron acusaciones sobre la falta de control policial que provocó el desastre.
Así, el mandatario y su esposa dejaron flores blancas en el enorme altar construido en Seúl por las víctimas en su mayoría mujeres jóvenes, en el desastre del sábado, donde el público comenzó a llegar. Además, en el lugar un hombre se arrodilló ante el altar negro cubierto con flores blancas y lloró.
El memorial fue construido de manera improvisada junto a una estación subterránea en el popular distrito de Itaewon, donde ocurrió el suceso.
Mientras tanto, la ciudadanía y los medios locales comenzaron a difundir llamados crecientes a rendir cuentas, al conocerse los fallos en el control de multitudes.
Se presume que fueron más de 10 mil personas las que asistieron a las pequeñas calles de Itaewon con disfraces de halloween, por lo que, los testigos citaron la falta de seguridad y de control de multitudes.
«Este fue un desastre que se pudo evitar», sostuvo Lee Young-ju, profesor del Departamento de Incendios y Desastres de la Universidad de Seúl, a la televisión YTN.
¿Qué dice el gobierno del operativo policial?
En redes sociales se divulgaron reclamos de que la policía este año no controló la aglomeración y permitió que mucha gente se congregara alrededor de la estación subterránea. Sin embargo, el Gobierno defendió este domingo el plan policial .
«No fue un problema que se hubiera resuelto enviando policías o bomberos por adelantado».
Ministro del Interior, Lee Sang-min.
De acuerdo con los testigos, las personas quedaron atrapadas en la calle e intentaron salir, con unos que se encaramaban sobre los otros.
Ahora, la mayoría de los 154 muertos, incluyen 26 extranjeros, mismos que fueron identificados este domingo. Aunque, se sabe que la cifra de víctimas podría subir porque al menos 33 personas están en condición crítica.
Tras los hechos, el país atraviesa una semana de duelo nacional, con la cancelación de eventos y conciertos y las banderas ondeando a media asta.
Entre los 26 extranjeros fallecidos hay cinco personas de nacionalidad iraní , cuatro más chinas, al igual que cuatro de origen ruso, dos japonesas y dos estadounidenses, además de un uzbeko, un esrilanqués, un francés, un australiano, un noruego, un tailandés, un austriaco, un vietnamita y un kazajo.
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MAO
