China centrará sus fuerzas para prepararse para la guerra, debido a que la inseguridad es cada vez más inestable e incierta. Esta alerta se dio momento después en el que el presidente, Xi Jiping, solicitará un desarrollo militar más rápido, tanto en el ámbito de la tecnología como de la defensa ante la probabilidad de más conflictos globales.
Por ello, el gobierno chino se concentrará en la preparación ante una guerra generada por una posible invasión de la isla autónoma de Taiwán, mismo que Bejing reclama como propia desde hace más de siete décadas. De manera que, en la actualidad, el país asiático es la segunda economía y ejército más grande del mundo.
En este contexto, es necesario mencionar que, en octubre pasado, el Partido Comunista de China reformó su constitución para poder disuadir la independencia de Taiwán e implementar la política de un país con dos sistemas, una formula con la que se espera gobernar la isla en el futuro.
Ataque de China a Taiwán: consecuencias
En caso de que la tensión aumente entre ambos territorios, se desataría una guerra asimétrica, es decir, un conflicto bélico en el que una de las partes tiene una fuerza militar muy superior a la de su rival.
Por lo que, este tipo de guerra, se vio en desarrollo desde febrero pasado entre Rusia y Ucrania, sin embargo el desequilibrio de fuerzas no siempre se replica en los resultados sobre el terreno.
Ahora bien, si China ataca a Taiwán, el conflicto atraerá a Estados Unidos, quien desde hace varios años proporciona a Taiwán armas defensivas y está obligado a tratar las amenazas a la isla como una «grave preocupación», esto junto con sus aliados en proximidad geográfica de Japón.
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MAO
