El amago del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de defender militarmente a Taiwán de China puede causar “un daño grave a las relaciones bilaterales”, sostuvo el gobierno asiático tras las polémicas declaraciones del mandatario que está de gira en la región.
Luego de que Biden asegurara que su gobierno está listo para intervenir en caso de que China —que asegura que Taiwán es una provincia más de su territorio—, intente recuperarlo, para evitar otro escenario bélico como el que se vive actualmente en Ucrania, China respondió a ese país que no debe jugar con fuego.
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El vocero del gobierno de Xi Jinping, Wang Wenbin, exhortó al mandatario a abstenerse de opinar en temas que sólo competen a China.
Advirtió que de lo contrario podría tensar las relaciones e insistió que no deben traspasar los límites establecidos entre las naciones, aunque el líder dijera que respeta la idea de una sola China.
En tanto, la Casa Blanca matizó las declaraciones del presidente al asegurar que no se trata de un amago, sino un respaldo a Taiwán para que no le arrebaten la isla, pues como aseguró el propio Biden se trata de una promesa que EU hizo a esta región desde la década de los 70.
Posteriormente, su secretario de Defensa, Lloyd Austin, sostuvo que no se trata de un despliegue, sino un compromiso en favor de la paz y la estabilidad.
En medio de este diferendo, la Unión Europea pidió calmar los ánimos, al señalar que se debe preservar la paz y el statu quo para no afectar a esta región que reconocen como independiente.
