Tras la protesta por la muerte de Mahsa Amini en Irán, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los civiles, donde aproximadamente 10 mil personas asistieron a la conmemoración del fallecimiento de la joven, mientras las autoridades anunciaron haber imputado a 300 detenidos.
«Policías dispararon gas lacrimógeno y abrieron fuego contra personas en la plaza Zindan en Saqqez», agregó Hengaw, un grupo de defensa de los derechos humanos de los kurdos de Irán.
Sin importar las medidas de seguridad, los miles de manifestantes se congregaron en el cementerio del Kurdistán iraní, donde se encuentra enterrada la víctima de la violencia por la «policía de moralidad», donde manifestaron respeto al final del periodo de luto de 40 días.
Amini Mahsa
Era una joven de 22 años, quien murió el 16 de septiembre, tras haber sido detenida tres días antes por la Policía cuando visitaba Teherán, por «incumplir» el código de vestimenta de la República Islámica que impone a las mujeres el uso del velo. Por ello, su deceso ha desencadenado una ola de protestas en todo el país, lideradas por mujeres.
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MAO
