Las tiendas de las cerca de 400 grandes plazas comerciales de Francia que tienen que cerrar a partir de este domingo y durante al menos un mes para intentar contener la propagación del coronavirus recibirán ayudas públicas para compensar sus pérdidas.
El Ministerio de Economía y Finanzas explicó este sábado en un comunicado que esos comercios podrán optar entre una subvención de hasta 10 mil euros por la pérdida de facturación o recibir una indemnización equivalente del 20 % de sus ingresos hasta un límite de 200 mil euros al mes.
En el caso de las cadenas para los que esos 200 mil euros serían insuficientes, podrán acogerse a un dispositivo que cubriría el 70 % de sus costes fijos, y que debería servir para que paguen los alquileres y los gastos corrientes.
Las empresas podrán poner a sus empleados en actividad parcial (ERTE) sin coste y no tendrán que pagar las cotizaciones patronales y salariales.
El primer ministro, Jean Castex, anunció el viernes que desde mañana tendrán que cerrar las tiendas no alimentarias de los centros comerciales de más de 20 mil metros cuadrados, unas 25 mil.
Podrán seguir abiertos allí los supermercados, los comercios alimentarios especializados (como las panaderías) o las farmacias.
Castex, que presentó un paquete de medidas restrictivas con las que se espera poder evitar o al menos retrasar un nuevo confinamiento (sería el tercero en Francia), también dijo que desde el lunes habrá una reducción del aforo en las tiendas que puedan continuar prestando servicio.
El departamento de Economía precisó que como máximo podrán acoger a un cliente por cada 10 metros cuadrados en aquellos que tengan más de 400 metros cuadrados. No cambiará el criterio de que para los más pequeños el cálculo se hará sobre la base de una persona por cada 8 metros cuadrados. /EFE
