Amnistía Internacional señaló en un comunicado que el bombardeo de Estados Unidos a Afganistán ocurrido el pasado 29 de agosto que provocó la muerte de 10 civiles afganos es «la vieja historia militar de Estados Unidos, con consecuencias horrorosas para los civiles (…) no basta decir que ´se cometieron errores´»
El día de ayer concluyó la investigación realizada por el Pentágono donde no fue encontrada «ninguna violación de las leyes de guerra», sin embargo, sí se presentaron «errores de ejecución» en el ataque.
El atentado se suscitó en medio de la retirada del ejército norteamericano cuando un vehículo en una zona residencial de la capital afgana próxima al aeropuerto fue atacado por error por las fuerzas de EU, quienes consideraron que en él viajaba un militante del grupo terrorista Estados Islámico y que portaba explosivos.
Este ataque aéreo se produjo tres días después de que trece soldados estadounidenses murieran y dieciocho resultaran heridos en un atentado en contra del aeropuerto de Kabul, donde hubo decenas de víctimas afganas.
La organización consideró que el Pentágono descuidó el análisis de la inteligencia militar, por ello su investigación concluyó que debe asegurarse en el futuro la no presencia de civiles en el momento de ataques preventivos.
«Esto debería aplicarse a Afganistán (así como) a operaciones militares en Siria y Somalia, donde hemos visto repetidas veces víctimas civiles pese a años de advertencias, recomendaciones e investigaciones».
Finalmente, Amnistía señaló que el mayor uso de drones en el futuro prometido por el presidente Joe Biden para ejecutar otras operaciones militares va a significar una menor presencia de la inteligencia militar, y advierte de que «los civiles no tienen por qué pagar el precio de esas políticas».
