Un ataque suicida dejó 19 muertos en el área de Kabul, se trató de una explosión en una escuela, donde cientos de estudiantes se estaban preparando para realizar el examen de acceso a la Universidad, conocido como Kankor. La mayoría de víctimas son jóvenes de etnia hazara, predominante en el distrito de Dash-te- Barchi.
De esta manera, una fuente afgana afirmó que el atacante se inmoló en el centro Kaaj alrededor de las 7:30 horas (hora local de la región). Además, el portavoz del jefe de Policía de Kabul confirmó el relato y añadió que en el primer balance de víctimas se habían reportado 27 personas heridas.
En este sentido, es importante mencionar que el plantel es uno de los más prestigioso para el estudio y preparación del acceso a la Universidad, entre otras actividades. Por ello, en el momento del ataque las aulas se encontraban abarrotadas.
«Condeno enérgicamente el horrendo ataque a un centro educacional al oeste de la ciudad de Kabul llevado a cabo por el enemigo de nuestro pueblo. Nuestro enemigo muestra su naturaleza cometiendo tamaña barbarie y todos deberíamos ser uno al condenar este horrible ataque. Los perpetradores no van a huir de la Justicia», ha publicado Suhail Shayeen, el representante designado por los Talibán para Naciones Unidas.
Kaaj funciona como un centro mixto privado. Uno de los pocos que funcionan desde la llegada de los talibanes al poder. Además, las ambulancias han acudido a la escena de la explosión, confirmada por fuentes gubernamentales. En imágenes de medios locales pueden verse numerosos cadáveres siendo colocados en hilera en el suelo, por lo que se teme que el número de víctimas sea mayor que el anunciado. Las aulas quedaron severamente dañadas por la detonación.
¿Cómo sucedió?
Un testigo ocular de los hechos fue Shafi Akbary. Según explicó que los alumnos habían sido convocados a las 6:30 de la mañana durante este viernes para realizar un simulacro de examen. De acuerdo con sus cálculos, unos 300 alumnos estaban presentes. «Primero oímos unos disparos en la puerta principal. Todo el mundo se preocupó, y trató de correr en una dirección. Poco después, se produjo una gran explosión en el centro», abundó.
Nadie ha reivindicado el ataque por el momento. En los últimos tiempos, el Estado Islámico en el Jorasán ha reclamado la autoría de la mayoría de matanzas ocurridas en Afganistán. El también conocido por las siglas IS, en su rama local, se ha convertido en el principal desafío para la seguridad del país. Aunque su ideología apenas difiere de la de los talibanes, en el poder desde hace un año, ambos grupos están enfrentados. Quienes más lo están pagando son los civiles.
Hasta diez centros educativos han sido objeto de atentados en los últimos tiempos. Junto con estos lugares, las mezquitas han sido el otro lugar preferido por los terroristas. Por esta razón, Afganistán ha sido testigo de numerosos viernes sangrientos en este año. La ola de condenas no se ha hecho esperar. La Misión de Asistencia de la ONU para Afganistán (UNAMA) ha comunicado su «indignación» y extendido sus «profundas condolencias a todos los que están de luto».
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MAO
