El Congreso del estado de Tlaxcala aprobó una reforma para prohibir y castigar con cárcel las terapias de conversión, también denominadas Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG) que afectan a la comunidad LGBT+.
El pleno resaltó que “no hay nada que curar” en cuanto a orientación sexual e identidad de género, por lo que optaron proteger a la comunidad que es víctima de este tipo de terapias.
Asimismo, estableció que se impondrá una pena de dos a cuatro años de prisión tanto a quienes obliguen a asistir a las ECOSIG como a las personas que la practiquen. El delito será perseguido por querella, es decir, aunque una persona no sea la víctima puede presentar la denuncia ante las autoridades correspondientes.
El decreto fue aprobado en mayo del presente año como propuesta de la exdiputada local Luz Vera Díaz, sin embargo, entró en vigor al ser publicada en el Periódico Oficial del Estado de Tlaxcala. Con esta acción ya son siete las entidades del país que prohíben este tipo de “tratamientos”: Baja California Sur, Ciudad de México, Colima, Estado de México, Tlaxcala, Zacatecas y Yucatán.
Terapias de conversión
De acuerdo al documento publicado por las autoridades del estado, una terapia de conversión esta destinadas a personas de la comunidad LGBT+ y consiste en sesiones psicológicas y psiquiátricas con el objetivo de anular o modificar la expresión e identidad de género, así como la orientación sexual de una persona.
Como parte de estas terapias, quienes la imparten han recurrido a “tratamientos severos como electrochoques e incluso exorcismos que pueden dañar la salud física y psicológica de la población.
La Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA World) también se encuentra analizando estrategias más allá de una reforma jurídica para restringir este tipo de prácticas en todo el mundo.
