Conforme se dan más datos sobre el bebé que fue hallado muerto al interior del Cereso de San Miguel, en Puebla, el caso pasó de ser una nota roja a lo que parece ser todo un entramado de corrupción y negligencia en ese centro penitenciario. Ya hay varias líneas de investigación y no se descarta que el cuerpo haya sido robado de otro estado o que fuera utilizado incluso para introducir drogas al penal.
Fuentes al interior de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX señalaron que como no se encontraron registros del bebé en el estado de Puebla, las investigaciones ya se extendieron a otras entidades y se revisan expedientes de los servicios forenses que puedan coincidir con los rasgos y datos de un recién nacido que falleció.
De hecho la activista Saskia Niño de Rivera, fundadora del programa Reinserta A.C., puso el dedo en la llaga al señalar que “Ya sabemos que se robaron de la CDMX al bebé encontrado en el penal de Puebla. Es importante que Ernestina Godoy informe cómo se pudieron haber robado un bebé de un hospital o morgue para que acabara en un basurero”.
La activista añadió que todo parece indicar que los responsables son una banda delincuencial interestatal y que inclusive la mujer que llevó el cuerpo del bebé al penal ya fue citada a declarar, aunque las autoridades han manejado todo el asunto con total hermetismo.
El cuerpo del bebé fue encontrado en un depósito de basura al interior del penal, el pasado 10 de enero, pero el caso apenas se dio a conocer. Presentaba una herida en el abdomen, presuntamente provocada por una cirugía, aunque también se sospecha que pueda haber sido realizada para llenarlo de droga y pasar los controles al interior del Cereso.
“El por qué, de qué manera o quién fue, todavía no lo sabemos. También desconocemos si la incisión en el cuerpo fue para el asunto de meter drogas o por una cuestión médica, porque parece que están ocultando la información”, añadió Saskia Niño de Rivera.
Por esas razones, entre otras, remarcó que se perciben muchas irregularidades en este caso y que las autoridades penitenciarias y los mismos custodios pueden estar coludidos. Esas conclusiones se deben a que las visitas de menores estaban prohibidas debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19. Además es obligatorio que se entregue una copia del acta de nacimiento del infante que vaya a ingresar.
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