Luego de que una recién nacida resultara con quemaduras por un incendio en el área de pediatría del Hospital General de Izúcar de Matamoros, el gobierno de Puebla y la Secretaría de Salud informaron que se apoyará a los padres de la menor afectada y que además ya se iniciaron las investigaciones para deslindar responsabilidades.
La menor fue trasladada a la ciudad de Puebla en ambulancia por paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA), a fin de ser atendida en el Hospital para el Niño Poblano.
En videoconferencia de prensa, el gobernador Miguel Barbosa expresó su solidaridad con la familia de la bebé, quien recibe atención médica en el Hospital para el Niño Poblano, ya que presenta quemaduras de segundo y tercer grado y su vida corre peligro.
Barbosa Huerta indicó que el gobierno estatal no será omiso ante este suceso, por lo que se llevarán a cabo todas las acciones necesarias para que mejore el estado de salud de la menor y la ley sea aplicada ante quien pueda resultar responsable.
Agregó el mandatario que su administración, a través de la Secretaría de Salud, mantiene revisiones permanentes a los nosocomios; no obstante, precisó que reforzarán estos trabajos para garantizar que operen en óptimas condiciones y no ocurra algún suceso que afecte a las y los poblanos.
La bebé lesionada tenía cinco días de nacida y trascendió que sus padres son originarios del municipio de San Felipe Xochiltepec, ubicado a unos 40 minutos de Izúcar de Matamoros, sitio en el que está el hospital siniestrado.
El incendio se habría originado por un cortocircuito en una lámpara de chicote que estaba en el área de incubadoras. De inmediato, un doctor y una enfermera acudieron a rescatar a la menor, que fue la única lesionada. Lamentablemente, sufrió quemaduras de segundo y tercer grado.
ACTIVARON CÓDIGO ROJO. Tras lamentar la tragedia, el secretario de Salud, José Antonio Martínez García explicó que de forma inmediata se activó en el área pediátrica del Hospital General de Izúcar de Matamoros el “Código Rojo”, lo cual permitió una atención oportuna hacia la bebé que sufrió quemaduras.
Refirió que la menor estaba hospitalizada por sepsis y una patología denominada enterocolitis necrotizante. Martínez García confirmó que efectivamente el siniestro se originó por un cortocircuito en una lámpara de chicote, pero que los peritajes siguen su curso.
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Añadió que actualmente en la unidad de quemados del Hospital para el Niño Poblano a la recién nacida se le realizan aseos quirúrgicos, está intubada, por lo que su estado de salud se reporta como grave.
