Luego de que en el mes de marzo la Ciudad de México, tuviera el día con más contaminación en la historia, la Procuraduría Federal de Protección del Medio Ambiente (PROFEPA), inició una investigación a la termoeléctrica de Tula, Hidalgo, pues esta representa el 10% de las emisiones contaminantes que llegan a la capital del país.
Esta investigación se realiza luego de que, en agosto del año pasado se presentara una denuncia y de que la misma institución en el 2018 cerrará las plantas de tratamiento por irregularidades en los permisos de agua residuales e impusiera una multa e casi cuatro millones de pesos.
Cabe resaltar que, cada que existe una contingencia atmosférica, el gobierno de la CDMX, activa un plan para generar una disminución de los gases contaminantes. Entre las acciones que se realizan esta la activación del programa “Hoy no Circula”, con el cual la mitad de los vehículos no pueden circular, se suspenden actividades al aire libre y se pide a las industrias contaminantes disminuir su producción.
La central termoeléctrica de Tula, abrió en el año de 1975, y desde entonces ha convertido su entorno en una de las zonas más contaminadas de todo el mundo por partículas de dióxido de azufre, produciendo más de 130 mil toneladas al año de este gas.
De acuerdo con información de Greenpeace, Tula tiene el puesto número 23 en la lista de los 50 puntos críticos por sus emisiones de este tipo de gases contaminantes, además México ocupa el quinto puesto en la lista de países que más polución envía a la atmosfera, siendo superado por India, Rusia, China y Arabia Saudita.
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Por estas razones, durante 2018 la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), emitió una “Alerta Sanitaria”. Un año después la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), declaró una emergencia ambiental. El entonces titular de la secretaría, Víctor Toledo, aseguró que el lugar se volvería inhabitable.
MJ
