El actor protagonizará esta obra de teatro, basada en el pasaje bíblico de Job, donde el dolor y la fe son parte esencial
Miguel Pizarro se encuentra de manteles largos porque una nueva temporada de la obra Todos somos Job está por iniciar, pues del 12 de abril al 26 de mayo se presentará en la Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico, teniendo al actor como protagonista de esta historia que muestra cómo una persona puede llegar a pasar varios momentos difíciles en su vida que lo llevan a pedirle a Dios que lo deje morir, sin embargo, siempre hay un motivo por el cual hay que seguir adelante.
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En entrevista con El Capitalino, el artista nos contó que se siente muy contento que la gente haya recibido tan bien este texto que le tomó ocho años adaptarlo para darle la seriedad y el tono correcto que este guion se merece, ya que a pesar de que está basado en el pasaje bíblico de Job, la realidad es que toda la narrativa se encuentra contextualizada en la actualidad, poniendo al personaje estelar como un importante ejecutivo, en lugar de un hombre de campo.
«Si vamos a esperar que Job sea un texto de monjas, estamos muy equivocados, acá estamos a la altura de Hamlet, El rey Lear y los grandes arquetipos de la literatura universal que se sustentan por sí mismo, pero, el primer arquetipo fue Job… lo que te ofrece es un encuentro con el ser humano en su total verdad, desnuda y neta, hablando de lo que para él significa estar vivo».
Miguel Pizarro
De acuerdo con el histrión, este texto da un mensaje de fe, ya sea por las personas o por uno mismo para lograr grandes cosas, así como reflexionar sobre nuestras acciones a fin de tener paciencia en un mundo de caos que nos sumerge en malos pensamiento.
«Nos olvidaron aquí ¿Hay alguien aquí? ¿Dios dónde estás? ¿No te das cuenta de todo lo que está pasando en el mundo? El mundo me pone infinidad de obstáculos y a los maliciosos les limpian el camino ¿No tengo derecho para estar desesperado?», es uno de los pensamientos que tiene Job según el actor, por lo cual mucha gente se puede sentir identificada con esta desesperación por qué Dios no escuche sus plegarias, incluso, en la primera temporada hubo algunos asistentes que se le acercaron para decirle que su obra les ayuda a sanar.
Todos somos Job es un trabajo unipersonal hecho por Miguel Pizarro, sin embargo, otros actores prestaron su voz e imagen para ser utilizados en proyecciones multimedia que le dan ese toque a la historia como es el caso de César Évora en el papel de Dios, Leticia Perdigón como la esposa de Job, Roberto Blandón como Bildad., Roberto Mares como Elihú, David Ostrosky en el personaje de Sofar y Patricio Castillo quien interpretó a Elifaz, a estos dos últimos actores que fallecieron el año pasado, Pizarro aseguró que está completamente agradecido por que le dejaron su trabajo y amor por el proyecto.
Por otro lado, el artista dijo que cuando llega a su casa después de cada función está extremadamente cansado, pero, lleno de felicidad y agradecimiento por encontrar que no está solo en este mar de dudas que es la vida real y que por más importante que te sientas, todos vamos a parar al mismo lugar: la muerte.
Además, explicó que fue muy gratificante ver cómo las personas rompían sus prejuicios a que sea una obra en la que la religión interviene, pues no importan las creencias de la gente para comprender el mensaje: «el libro de Job está más allá de todo eso y no entiende de religiones ni de políticas, es un texto limpio y generoso para que el ser humano juegue a este teorema del bien y del mal», comentó.
Por si fuera poco, Miguel Pizarro expresó que Todos somos Job es la obra de su vida y este personaje será su favorito por siempre, incluso, afirmó que le podrían poner miles de proyectos enfrente, pero, ninguno es tan importante para él como esta obra, pues hasta ha construido la escenografía con sus propias manos.
Asimismo, el actor relacionó su intento de suicidio hace casi 20 años con el sentir de Job: «sé de que estoy hablando, cuando se trata de sufrimiento, sé de que estamos hablando y soy una persona que entiende el sufrimiento humano… Lejos de ser un tropiezo, fue un estado de oportunidad, a veces la vida te tiene que dar un par de bofetadas para que bajes de tu nube y dejes de ser tan superficial», aseguró.
Finalmente, Miguel Pizarro nos contó que además de esta puesta en escena tiene más proyectos en puerta, tanto para televisión como teatro, pero, seguirá dándolo todo para que la gente asista a la segunda temporada de Todos somos Job que comienza el 12 de abril y termina el 26 de mayo en la Capilla Gótica del Instituto Cultural Helénico. Las funciones son los viernes (20:30 horas), sábado (19:00 horas) y domingo (18:00 horas)
