La cantante planea llevar este tour por varias ciudades de Estados Unidos
Natalia Jiménez arrancó su gira La Jiménez con un espectáculo lleno de nostalgia, emoción y un fuerte lazo con México, país que ha marcado su trayectoria. La cantante española, reconocida por su conexión con la música mexicana, ofreció un show inolvidable la noche del jueves en el Auditorio Nacional.

El concierto comenzó con un emotivo video que proyectó algunos de sus momentos más icónicos en el escenario. A las 8:50 de la noche, Natalia apareció sobre el escenario luciendo un elegante vestido negro con bordados plateados, rodeada de nueve músicos y tres coristas que en su momento acompañaron al legendario Juan Gabriel.
Desde el primer momento, su potente voz estremeció el recinto con una interpretación de «El triste», de José José, mostrando su respeto y admiración por la música mexicana. “Muchas gracias, ¿cómo están? Muy buenas noches”, saludó la cantante, visiblemente emocionada, agradeciendo a su público por acompañarla en el que fue su primer concierto en el Auditorio Nacional como solista y repetir en esta segunda ocasión.
La noche estuvo llena de momentos especiales, como cuando recordó que el camerino en el que se preparó para el show fue el mismo donde conoció a Juan Gabriel. Además, compartió con su público que esta gira ha sido planeada con meses de anticipación y que su deseo era interpretar las canciones que la han emocionado desde pequeña.

Uno de los momentos más emotivos llegó cuando le lanzó flores blancas a su público antes de interpretar «Algo más», tema que la catapultó a la fama con La Quinta Estación. Más adelante, vestida de negro, interpretó «Creo en mí», dedicándola de corazón a sus seguidores, quienes la acompañaron cantándola.
El repertorio incluyó un bloque de boleros, algo que Natalia nunca había hecho en vivo, sorprendiendo con interpretaciones de «Perfume de gardenia» y «Piel canela», para las cuales vistió un elegante atuendo rojo. Además, interpretó éxitos de su carrera como «Me muero», «Quédate con ella» y «El sol no regresa», coreados por todo el recinto.
Para la parte final del show, Natalia se enfundó en un vestido rodado y, acompañada de mariachi y un ballet folclórico de Jalisco, llevó la emoción al máximo con «Si no te hubieras ido», de Marco Antonio Solís. La noche cerró con broche de oro con la emblemática «El Rey», reafirmando por qué es considerada “la española más mexicana”.

Cada presentación de Natalia en el Auditorio Nacional es especial para ella, y esta no fue la excepción. Con su voz y carisma, dejó claro que este inicio de gira es solo el comienzo de una travesía llena de emoción y música para sus fieles seguidores.
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