Miguel Bosé revive la controversia, luego de que el cantante Carlos Marín, falleciera por COVID-19 pese a contar con su esquema de vacunación completo. El cantante apareció para restarle importancia a la efectividad de las vacunas.
«Nos quieren matar a todos con esas vacunas, que no son vacunas, son experimentos génicos», indica el español. De acuerdo con su teoría, quienes mueven los hilos para acabar con la población son los líderes mundiales:
«Los gobiernos no nos quieren, los gobiernos no nos protegen… Es una corrupción, una manipulación, es un desastre».
Debido a su pensamiento, señaló que los ataques a su persona son constantes. Bosé vive «secuestrado», lejos de su carrera y sin la oportunidad de cantar por su actual condición.
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Ómicron, ¿un peligro fabricado?
Ómicron encendió las luces rojas del sector sanitario, dado que se propaga con una mayor facilidad que la variente Delta. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que no se han reportado muertes relacionadas con esta mutación.
Al respecto, Bosé retoma dichos datos para exponer lo siguiente: «La Ómicron es tan grave, que hoy por hoy, en la mayoría de los países del mundo, hay mortalidad cero».
El intérprete de Morena mía, añade que la situación es «absurda», no obstante, aun cuando ésta termine, «nuevas maldades» pertubararán a la humanidad. «Yo estoy de lado de la verdad», sostiene el artista.
Miguel permanece excéptico a la pandemia, a pesar de que el año anterior perdió a su madre Lucía Bosé a causa del COVID-19. Hasta la fecha, continúa en la lista de personajes que ven en el virus una conspiración.
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