Al fin un respiro en el caso de Britney Spears, quien busca revocar a su padre de su tutela, el señor James Spears que desde hace 13 años tiene el control absoluto de la vida, la carrera y las finanzas de la cantante.
El pasado 23 de junio, Spears rompió el silencio durante una audiencia en la que leyó una carta en la que expresó:
“Estoy traumatizada, no estoy feliz, no puedo dormir, han pasado muchas cosas desde hace dos años, desde la última vez que estuve en la corte, no he vuelto a la corte porque no me sentí escuchada”.
Además, señaló en varias ocasiones que la tutela que le fue impuesta es un acto abusivo y su intención es tratar de recobrar las riendas de su vida para poder tomar sus propias decisiones, “sólo quiero recuperar mi vida”; sin embargo, no quiere ser evaluada para que determinen si ha recuperado su capacidad mental.
Por segunda vez en el mes, la intérprete de “Toxic” se presentó a una audiencia judicial, en la que nuevamente recaló sus deseos de sacar a su padre de la jugada y de solicitar una investigación en su contra.
«Quiero presentar cargos contra mi padre hoy», dijo Spears a la corte por teléfono. «Quiero una investigación sobre mi papá».
La semana pasada, Britney criticó a su representante legal por no escucharla. De acuerdo con el diario The New York Times, su abogado habría ganado más de 3 millones de dólares desde 2008.
Ahora el juez aceptó la renuncia del abogado Ingham, junto con la renuncia de Bessemer Trust, una firma que había sido nombrada co-tutora de la herencia de la “Princesa del Pop”. La representación legal de Britney estará a cargo de el ex fiscal federal Mathew Rosengart, quien ha llevado varios casos de estrellas del mundo del entretenimiento.
Ronsengart, aplaudió a la “Princesa del Pop” su valentía y coraje al hablar y considero que su testimonio fue “claro, lúcido, poderoso y convincente”. Sin duda este cambio representa un avance en el caso de la cantante, el cual vuelve a encender la esperanza de conseguir el #FreeBritney.
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