En el marco del Día Mundial del Agua, la Conagua a través del Organismo de Cuenca Península de Yucatán presentaron la ponencia “Modelo de circulación hidrogeotérmica para la formación del anillo de Cenotes de Chicxulub en la Península de Yucatán”.
La presentación fue liderada por Emiliano Monroy Ríos, biólogo acuático quien presento su hipótesis sobre los cenotes que se formaron tras el impacto del meteorito en la península del estado.
La cuenca formada alrededor del cráter, llamado “anillo de cenotes”, son un conjunto de depresiones redondeadas que contienen agua y se alinean semicircularmente. Los cenotes tienen forma cilíndrica y alcanzan una profundidad de hasta 120 metros por debajo del nivel del mar.
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De acuerdo con la hipótesis planteada por Monroy Ríos, el cráter que produjo el meteorito cambió la forma en que fluía el agua, dejando una capa de roca formada por material terrestre y restos del meteorito que impide el fluir del agua por sus propiedades impermeabilizantes.
Con el paso de los años, la roca caliza puede disolverse creando grandes huecos, algunos de ellos incluso colapsan de abajo hacia arriba incluso llegando a sobresalir de la superficie, asegura la teoría.
El estudioso de los santuarios marinos hizo comparó los cenotes de Yucatán y Quintana Roo y aseguró que los cenotes a lo largo de la “Riviera Maya” suelen originarse por colapsos en cuevas y tienden a no ser muy profundos.
