Sobrecargada, absurda, con un guion torpe y con una ejecución llena de clichés de la comedia romántica es como se asoma a cartelera Con todos menos contigo.
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Desde que se conocieron, Bea y Ben sintieron atracción mutua, ambos salieron y pasaron una noche romántica increíble, pero cada uno cometió errores que son imperdonables ante la vista de cada uno. Tiempo después, el par se reencuentra en lo que se supone será el evento más importante para dos de sus seres queridos, una boda. Obligados a verse, sobre todo en Australia, donde se lleva a cabo el evento, y aunque al parecer se detestan mutuamente, Bea y Ben deciden fingir que son una pareja.
Situaciones inverosímiles, gags que se ven en el tráiler y otros que no son tan graciosos, unos padres entrometidos, que lejos de caer bien disgustan por la poca libertad que dan a su hija para cometer sus propios errores en el amor, personajes secundarios que no tienen una identidad y un interés en el espectador por estar cien por ciento a merced de los protagonistas son los problemas a los que se enfrenta esta comedia romántica.
Sydney Sweeney y Glen Powell, la pareja protagónica, dan lo mejor de sí, dentro de los convencionalismos y estándares de belleza son extremadamente atractivos, pero se necesita más para poder cautivar con una comedia romántica que bien pudo haber caído en streaming, no tiene una identidad propia y es un revolcón de convencionalismos del género.
