El concierto contó con luces y pantallas de última tecnología permitiendo que el público disfrutara de un show de primer nivel
El Palacio de los Deportes volvió a vibrar con la presencia de Justin Timberlake en su segunda presentación en la Ciudad de México como parte de su Forget Tomorrow World Tour.

La velada comenzó a las 8:30 p.m. con el DJ Andrew Hypes, quien calentó motores durante 60 minutos con un set lleno de energía, mezclando temas de grandes exponentes del rap estadounidense, además de un guiño a la música latina con Selena Quintanilla y, por supuesto, un homenaje a NSYNC, la banda con la que Timberlake saltó a la fama.
A las 9:30 p.m., el público estalló en ovaciones cuando el escenario se iluminó y Justin Timberlake apareció acompañado de ocho músicos, tres coristas y un grupo de bailarines, todos vestidos de negro. Desde el primer momento, el cantante mostró su carisma y conexión con el público. “¡Ciudad de México, tengan buenas noches!”, saludó emocionado antes de dar inicio a una noche inolvidable.


“Tenemos una fiesta esta noche”, anunció Timberlake mientras recorría el escenario con su característico estilo, bailando y sonriendo en todo momento. Durante el show, interpretó algunos de sus mayores éxitos, comenzando con «Memphis» y continuando con clásicos como «Cry me a river», «Summer love», «Flame» y el contagioso «Can’t stop the feeling». Para cerrar con broche de oro, el artista se despidió con «Mirrors», dejando a sus fanáticos con un espectáculo cargado de nostalgia y emoción.
El clímax de la noche llegó cuando Timberlake, visiblemente conmovido, se despidió con lágrimas en los ojos. “¡Los amo a todos, México!”, expresó, mientras el público le respondía con una ovación ensordecedora.
Sin duda, Justin Timberlake demostró una vez más que continúa siendo un showman y el por qué sigue siendo uno de los artistas más queridos en la industria musical y en el corazón de sus fans mexicanos.

Te puede interesar: Marcos Witt revive su éxito “Poderoso” con Kike Pavón y Factor de Cambio