El amor de una madre es sinónimo de abnegación, desinterés, sinceridad y entrega, salvo alguna excepciones, en México se nos ha formado esta idea a lo largo de la historia del cine, ahora se refuerza este pensar con la cinta francesa La Chambre des Merveilles, titulada como El libro de los deseos.
El filme es la adaptación del best seller de Julien Sandrel, el cual ya cuenta con una puesta en escena y ahora toca el turno de la cinta. La película, protagonizada por Alexandra Lamy, nos presenta la vida de Thelma, madre luchona, que trabaja de sol a sol y a quien la tristeza la atrapa inesperadamente, luego de que Luois, su hijo de doce años, cae en coma, después de un accidente.
Renuente a que su hijo quede en estado vegetal, y después de ver el libro de este, donde anotó las cosas que desearía hacer a través del mundo, Thelma decide experimentar y hacer lo contenido en el escrito para contárselo a su hijo y de alguna forma invitarlo a que despierte.
Como se puede apreciar, la cinta es una feel good movie, en la que Liza Azuela, directora del filme, y quien tiene a cuestas cintas como Lol (2008) o Sweetheart (2019), en donde se refuerza el rol de la madre, en esta ocasión vuelve a explorar el tema y le da un toque de autodescubrimiento y de amor a la vida.
Con locaciones vistosas, como Tokio, París y otras más, la cinta luce como una bella postal para enmarcar el sacrificio de una madre, todo en medio de cierta melcocha, que puede llegar a ser un manjar para muchos, mientras que otros la pueden llegar a odiar. Asimismo, la historia, aunque ya mencioné que parte de un libro, el sentimiento de déjà vu se asoma al recordar cintas como Antes de partir (2007).
Aquellos que gusten de las cintas melosas y del amor incondicional y bonito de una madre, así como los cantos a la vida, esta es su película, si las sensiblerías no les gustan, aunque la cinta está bien hecha en su contexto y tema, tal vez no sea del todo de su agrado.
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