Un puñado de maleantes, con talentos especiales y peculiares, se dan a la labor de capturar a Abigail, una niña de doce años
Las ideas para los disfraces de Halloween salen a relucir con el personaje principal de esta cinta, de igual modo los vampiros, sus mitos y sus aportaciones sacan los colmillos y uno que otro pasito de baile con ‘Abigail’.
Un puñado de maleantes, con talentos especiales y peculiares, se dan a la labor de capturar a Abigail, una niña de doce años, aficionada al ballet y aparentemente dulce e inocente. Una vez en sus manos, la misión prosigue, a lo largo de veinticuatro horas estos malhechores deben cuidarla hasta que llegue su padre, al que pretenden chantajear, todo lo la módica cantidad de 50 millones de dólares, la cual se repartirán entre ellos, o eso es lo que creen. Lo que no se imaginan es que la mansión es testigo de cómo cada uno va desapareciendo ¿Qué demonios está ocurriendo?
Lo antes citado es el preámbulo para un cóctel de tensión, vísceras y mucha sangre que se ondea por el terror y la comedia, ida y vuelta y viceversa, los encargados de este espectáculo son Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, quienes se hacen llamar Radio Silence y han dejado asentado este estilo en cintas como ‘Boda sangrienta’ (2019), la cual fue alabada por el mismísimo Guillermo del Toro, o en las últimas dos entregas de la saga de ‘Scream’ donde se asoma algo de humor chabacano.
Aunque todos los personajes tienen su pesos y su carisma, sobresale Alisha Weir, la bailarina ensangrentada, así como Melissa Barrera, quien ha tenido resonancia y peso en este género en los últimos años, ambas generan un binomio dinámico y explosivo. A esto se suman temas como la ausencia, la culpa y la redención; todo salpicado de mucha sangre.
Jugando con los clichés de los vampiros, pero haciendo sus propias propuestas sobre los mismos, la cinta es una apuesta colmilluda, excesiva y efectiva, sobre todo para los amantes del terror.
