Después de una larga espera, la cinta más esperada por los fans de Marvel llegó a las salas de cines.
Eran las 9:30 de la mañana y ya había más de una persona esperando con ansias la apertura del cine, todos por un mismo motivo, ver una vez más a nuestro arácnido favorito, Spider man.
Las ansias se sentían desde el momento en el que los asistentes estaban formados en la dulcería, misma fila que ya tenía varios metros de largo llena de personas desesperadas por comprar palomitas e ingresar a la sala, se podían ver bastantes disfraces muy bien elaborados y otros cuantos improvisados pero ambos bandos compartiendo un gusto en común.
La fila crecía y crecía, el tiempo pasaba y los espectadores comenzaban a demostrar cierto nerviosismo e impaciencia por no llegar a tiempo para ver el inicio de la tan esperada cinta. Faltaban tan solo 5 minutos cuando muchos decidieron dejar a un lado su antojo de palomitas, nachos y refresco con tal de estar en sus asientos, por lo que decidieron correr a la sala.
Yo fui uno de los que no pudieron comprar alguna “botana” y a la mayoría, si no es que a todos los que decidimos dejar la fila, nos invadió un leve enojo al ver que los anuncios demoraron 20 minutos más.
Fueron los minutos más eternos de la vida, pero cuando se apagaron las luces, múltiples gritos sonaron al unísono y se pudo sentir una energía de alegría inmensa que inundó inmediatamente la sala, el momento había llegado.
Mientras pasaban las imágenes de la productora y de Marvel, la emoción aumentaba y, me atrevería a decir, que se escuchaban diversos latidos que ejemplificaban a la perfección lo que significaba la película para muchos, tal vez un recuerdo a la niñez o tal vez de la adolescencia, pero lo que era seguro era que este superhéroe ha marcado generaciones, mismas que se encontraban juntos por primera vez en diversas salas de la ciudad y el mundo entero.
Normalmente durante una película, la sala se encuentra en completo silencio salvo que la misma sea cómica, dramática o de terror podremos escuchar una risa, grito o lágrima respectivamente. Pero esta era diferente, con la salida de cada personaje le seguia una serie de gritos eufóricos, lágrimas y aplausos, como si los propios actores cruzaran la pantalla y estuvieran ahí. Por otros momentos, sin dar spoilers, la sala se llenaba de silencio y se inundaba con lágrimas de emoción y tristeza al ver a aquellos personajes entrañables que ya forman parte de la historia del Universo Cinematográfico de Marvel.
Llegó el clímax de la película, un silencio inundó la sala y parecía que estaba completamente vacía, ese momento en el que la cinta lleva a los espectadores a vivir sus emociones al máximo para después ir bajando lentamente al desenlace, mismo que nadie quería que sucediera ya que eso significaba el final de esta tan esperada película. La habitación se tornó oscura y los créditos mostraron el nombre de Stan Lee, mismo que hizo que los sentimientos de nostalgia se avivaran aún más.
Los aplausos, gritos y gente de pie no se hicieron esperar, pero eso no había terminado, ya que apareció la primera escena postcréditos tan características de todas las cintas de Marvel, después nuevamente los créditos continuaron su camino para darle entrada a un avance exclusivo de otra película muy esperada por los fanáticos, Doctor Strange in the Multiverse of Madness.
La proyección terminó y los comentarios no se hicieron esperar, “no puedo creer lo que vi”, “todo fue como un sueño” y uno de los mejores que se pudieron escuchar “el mejor desenlace que necesitaban los otros Spiderman».
