La artista fue homenajeada por el alcalde, quien le entregó las llaves de la ciudad
Si hay alguien en verdad neoyorkino es David Byrne, Sarah Jessica Parker, pero tal vez en primer lugar, Patti Smith, mujer que sí recibe con méritos ser llamada artista y que aunque no le gusta que se lo digan, porque no lo considera así, se le conoce como la madre del punk. Patti Smith es cantante, autora, artista plástica, poeta y escritora, que cambió el mundo de la música en una época en la que la juventud revolucionaba al mundo y Nueva York estaba convulsionada.
A finales de diciembre, pocos días antes de u cumpleaños, la artista fue homenajeada por parte de la ciudad y en manos del alcalde Bill De Blasio recibió las llaves de la ciudad, sí, así como en Don Gato. En su discurso De Blasio dijo que «en Patti Smith hay una autenticidad que implemente no encuentras en otros lugares ni en otras personas. Tiene la capacidad para atravesar todo el remolino que nos rodea y decir algunas de las verdades más profundas».
Patti, acompañada de su querido amigo el guitarrista Lenny Kaye, escuchó al alcalde decir, «algunos han llamado a Patti Smith la madrina del punk, y creo que es una frase justa porque ha inspirado a tanta gente, ha ayudado a dar forma a todo un movimiento artístico y, en muchos sentidos, a un movimiento político también».
Emocionada, la también amiga de Bob Dylan, tan esas que ella recogió su Nobel, recordó su llegada a Nueva York en 1967, «con sólo unos pocos dólares en el bolsillo, ningún lugar en dónde quedarme y sin unas perspectivas reales». Pero cuando regresó a la ciudad en 1994, después de haber pasado unos años en Detroit, «la ciudad me abrazó de nuevo y me dio otra oportunidad de reconstruir mi vida y seguir evolucionando como artista».
Dijo que ojalá pudiera darle su llave de la ciudad. Nueva York, «porque eso es lo que siento por nuestra ciudad, con todos sus desafíos y dificultades sigue siendo la ciudad más diversa, para mí, del mundo».
