Por: Adrián Ruíz
Situada a en Guadalajara, bajo la clasificación de comedia romántica, la historia de una chica invidente, de alta sociedad, y de un muchacho con carrera de medicina trunca se entrelazan en ‘Nada que ver’.
Con guiños a cinta como ‘Amigos’ o ‘Yo antes de ti’, en donde una situación precaria hace que dos personas, de mundos totalmente diferentes, se unan y surja una amistad o un romance es lo que básicamente también ofrece esta película mexicana, sin embargo no logra llenar las expectativas y se queda a mitad del camino.
Memo Villegas quien ha demostrado talento en cintas como ‘Noche de fuego’ o ‘Días de gracia’, encarna a Carlos, un joven que ha sacado adelante a su hermana menor y anhela ganarse la lotería. Por otro lado, Fiona Palomo, hija del fallecido Eduardo Palomo y cuya carrera poco a poco va despegando, es la comisionada de personificar a Paola, una chica que después de quedar invidente y esperar un trasplante de córneas, se muestra con un carácter áspero y difícil.
Él es contratado para cuidarla, su primer encuentro no es muy agradable, pero con el pasar del tiempo y la convivencia todo va cambiando, la historia se nos ha contado varías veces, pero lo importante en este tipo de cintas es el cómo se hace y aunque la primera parte consigue mantener la atención, y posee ideas interesantes sobre todo la del ‘chile habanero’, así como algunos gags por parte de Villegas, quien resalta su encanto, las situaciones no ayudan mucho a la cinta, no tiene momentos que resulten memorables y la psicología de personajes no se desarrolla satisfactoriamente. La cinta no cuaja y no consigue suspiros en el romance que se presume en el cártel, pese a lo poderoso del slogan ‘Lo mejor de la vida es invisible’.
Kenya Márquez, quien ha teñido trabajos notables como ‘Fecha de caducidad’ (2012) o el cortometraje ‘Cruz’ (1998), ambos protagonizados por Damián Alcázar, pareciera que se encuentra ante una película por encargo, pues no se ve su toque en esta propuesta, que dicho sea de paso, también la edición luce fallida, tal vez se agradezca que Memo Villegas tenga oportunidad de protagonizar una comedia romántica, cuyos papeles estelares recaen en otro estereotipo de actor.
Buenas intenciones que se quedan a mitad de camino y entregan una cinta promedio que no convence del todo, tal vez ‘nada que ver’ con las expectativas que se tenían, es más emotiva ‘Milagro en el barrio’ (1990), que nos narra la amistad de un niño acaudalado y otro de recursos escasos invidente, la cual repiten continuamente en la tele.
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