El actor fue la primera estrella afroamericana de Hollywood y rompió estereotipos con cintas como Al calor de la noche y Adivina quién viene a cenar
El mundo del arte y el entretenimiento ha iniciado el año con malas noticias y este viernes se da a conocer que ha fallecido el actor y activista Sidney Poitier a los 94 años. Reconocido no sólo por su calidad histriónica, sino por haber sido la persona que rompió la «barrera de color» en Hollywood al convertirse en uno de los ídolos en la década de los sesenta con películas como Al calor de la noche y la icónica Adivina quién viene a cenar.
Poitier fue el primer hombre negro en ganar un Óscar en la categoría de Mejor Actor. Cautivó a las audiencias no sólo en Estados Unidos, sino en el mundo entero, siendo México uno de los países en los que en gran medida se reconoció su trabajo. Sus películas se estrenaron en su tiempo en los cines más importantes del país, fue la capital mexicana el epicentro de su promoción en las entonces grandes marquesinas de cines como el Roble, Manacar, Latino o el Diana, entre otros. Además, la importancia de los temas de sus filmes dio pie a que las salas de arte los proyectaran y hasta se armaran ciclos de debate en cuanto al tema del racismo y la segregación en Estados Unidos.
Destacado también por su porte, un hombre alto y guapo, y su seductora voz, Sidney Poitier proyectaba un aire de callada dignidad en roles que rompieron estereotipos. Es considerado la mayor figura en la historia del vecino país del norte que verdaderamente rompió el concepto de actor negro en el medio artístico. El talentoso actor interpretó tanto drama como comedia, tenía inteligencia y dignidad y su presencia en la pantalla grande hizo que llegara a millones de personas que lo reconocieron como una figura heroica, tanto por sus papeles en diferentes películas, como por su activismo fuera del glamour de Hollywood. Mención aparte merece Rosa Parks, por supuesto.
Fue uno de los fundadores del American Negro Theatre en Harlem y comenzó su carrera en una época en la que los actores de color sólo hacían roles de trabajadores de cocina, jardineros o empleados domésticos en las películas. Pero coincidió también con que los estudios de cine estaban cada vez más dispuestos a tratar temas controvertidos y delicados.
Poitier apareció en más de 15 películas a lo largo de 12 años. En 1958 compartió créditos con Tony Curtis en el drama The Defiant Ones, Fugitivos en español y que se estrenó en abril del siguiente año en nuestro país. La trama es acerca de dos fugitivos encadenados que están huyendo y coinciden en la búsqueda de su libertad, pero las tensiones raciales les complican la huída. La cinta estuvo nominada en todos los premios habidos y por haber, entre todos los que ganó, el Oso de Plata en el Festival e Cine de Berlín fue para Poitier como Mejor Actor. También obtuvo su primera nominación al Óscar y fue la primera para un actor negro.
El premio Óscar le llegó a Sidney con la cinta Lilies of the Field, de 1963, en la que él ayuda a un grupo de monjas de Alemania del Este refugiadas en una alejada comunidad en el desierto de Arizona. Fue el primer Óscar otorgado a un actor de color y un parteaguas en la historia del cine. 1967 fue el año de éxito internacional de Poitier con tres películas que marcaron un ante y un después en el cine: En el calor de la noche, Adivina quién viene a cenar y Al maestro con cariño.
No sólo fue la presencia de Poitier en esas películas lo que atrajo al público, fue también la manera en la que ayudó a cambiar la forma de pensar de las audiencias gracias a los inteligentes guiones y el carácter que puso el actor en cada uno de sus personajes, los cuales en esa época convulsa fueron inspiración para los jóvenes que buscaban cambio y para otros actores que vieron en Sidney la inspiración para contribuir a a romper con la segregación racial. Alguna vez el actor Danny Glover le dijo a Poitier «Hiciste posible para mi soñar sueños más grandes».
Cuando Denzel Washington ganó el Óscar como Mejor Actor, el primer actor negro después de Poitier, dijo en la ceremonia «por 40 años he seguido a Sidney, siempre lo he seguido y siempre lo haré». Esa noche Halle Berry se convirtió en la primera mujer negra en recibir el Óscar por Mejor Actriz, y en esa ceremonia Poitier recibió un Óscar Honorario por 50 años de carrera.
Ejemplo para toda la comunidad artística y de todo un movimiento social, Sidney Poitier fue un hombre preparado, decente, que no dejó de estudiar todo lo que pudo hasta el final de sus días, y fue un hombre generoso que compartió su conocimiento y preparó a nuevas generaciones de actores. Vale la pena este fin de semana repasar esas películas que son clásicas y que marcaron un antes y un después en el cine.
Para mi Alma. Por siempre.
