Basada en el cuento homónimo de Hans Christian Andersen, cuyo fin se alejaba del ‘y vivieron felices para siempre
En medio de un mar de polémica, finalmente llega el ‘live action’ de una cinta icónica que en 1989, con su versión animada, marcó el inicio de las princesas de Disney surgidas en la era post revolución sexual, me refiero a ‘La sirenita’.
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Basada en el cuento homónimo de Hans Christian Andersen, cuyo fin se alejaba del ‘y vivieron felices para siempre, pues la protagonista se convierte en espuma, con la Versión animada Disney volvió a vender a tres generaciones venideras la idea de que un príncipe vendría a resolver su existencia y tendrían una vida feliz, a pesar de ya tener ciertas inquietudes propias, pero ahora con el empoderamiento femenino ¿Qué tanto se amolda este mensaje a la mujer del siglo XXI y qué tan benéfico es seguirlo transmitiendo?
En esta nueva versión, aunque muy metido a la fuerza y con un zurcido invisible, la cinta zarpa por mares que van más allá del amor entre dos personas, lleva un mensaje de inclusión, de respeto, tolerancia y se refuerza la comunicación entre padres e hijos.
Vapuleada por muchos, aún cuando la cinta no se estrenaba, Halle Bailey se convierte en el corazón de la cinta, canta como las mismísimas sirenas; Melissa McCarthy cumple con decoro en los tentáculos de Úrsula, al igual que Javier Bardem en la cola de Tritón; lo que es garrafal y no se puede pasar por alto es el mal CGI empleado, sobre todo en las escenas en las profundidades del mar, hay secuencias abigarradas y otras que lucen demasiado falsas, restándole a la magia esperada.
Las nuevas canciones, escritas por Lin Manuel Miranda, quien también produce, son decorosas y alegres, la que más destaca es la entonada por Skuttle y Sebastián, tiene onda y chispa, pero no se equiparan, ni son tan pegajosas como las de la cinta de 1989.
La vis cómica se mantiene gracias a Sebastián y Skuttle, pero hay situaciones que la animación permitió en la cinta clásica y ahora en el live action no salen bien libradas.
Definitivamente no logra salpicar magia como la original, aunque lucha por la aprobación, pero resulta ser una aventura acuática entretenida, pero no soberbia.
