Sin meterse en complicaciones, polémicas y yéndose a la narrativa más convencional es como se presenta la vida de un ícono del reggae, cuyo legado obedecía a visibilizar la conciencia social y la lucha contra la opresión y la injusticia es como se presenta Bob Marley: La leyenda.
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Liderada por una convincente interpretación de Kingsley Ben-Adir, la cinta sirve como una celebración de la vida y la música de un icono que ha inspirado a generaciones a través de su mensaje de amor y unidad. En ella, se muestra la superación de Bob, su pasión por la música, por la paz, por su mujer, sus hijos y demás.
Con la producción ejecutiva de Brad Pitt, siendo una cinta de índole musical, la cinta no posee algún momento musical o visual icónico, algo con lo que se pudo haber experimentado, dada su afición por el cannabis, sin embargo se flaquea en todos estos aspectos, incluso los temas más conocidos e icónicos del cantautor aparecen al final de la cinta.
Asimismo, la cinta se niega a meterse en polémicas sobre la personalidad del cantante, rehúye al tema y por ende se evita la complejidad que pudo haberse explorado. Lo revolucionario que fue su música no se equipara en lo convencional y rutinario que es su biopic.