Continúan las malas noticias para los Almirantazgos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) y el Gobierno Federal. Las presiones políticas para abrir el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles de Santa Lucía y el rediseño del espacio aéreo en el Valle de México para las operaciones de los aeropuertos internacionales de la Ciudad de México (AICM) y el de Toluca han traído más problemas que soluciones.
A poco menos de un mes de su puesta en marcha se han presentado varios incidentes en las operaciones aeronáuticas. El mandamás de los vigías de los cielos, José Alfredo Covarrubias, secretario general del Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo, informó que dos aviones que viajaban en direcciones encontradas pudieron chocar, por lo que advirtió el riesgo de accidentes en los vuelos desde y hacia la Ciudad de México, ya que las maniobras se han vuelto más complicadas. Pero hay más, habitantes de distintas colonias afectadas por el rediseño del espacio aéreo han expresado su inconformidad por el incremento de ruido producido por las nuevas rutas de aterrizaje en el AICM y se ha comprobado que las aeronaves que sobrevuelan sus domicilios, superan los 70 decibeles. Como experto navegante, podría seguir enumerando inconvenientes y quejas de los capitanes que enfrentan los turbulentos cielos del espacio aéreo mexicano, pero los hechos hablan por sí mismo y ojalá que en nuestra próxima bitácora no estemos hablando de una tragedia. Se despide El Capi.
