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Disminuye atención de partos en sector público por temor

por | Jun 13, 2021

Durante el 2020, la Secretaría de Salud del Estado de México informó que debido a la pandemia por COVID-19, las mujeres y personas embarazadas decidieron pagar por atención médica particular sin importar el costo por el temor al contagio del virus SARS-CoV-2.

Ante la situación, se redujo hasta 20 por ciento el número de embarazos y partos atendidos en hospitales públicos estatales, así como en las clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM).

“La gente tuvo miedo de ir al hospitales con pacientes Covid-19, fue el pánico generalizado lo que las mantuvo alejadas de los hospitales”.

Rodolfo Morales González, Responsable del programa estatal de Salud Materna y perinatal del ISEM.

Morales González también expresó que en 2020 disminuyó la atención de partos, pues en 2019 fueron 93 mil 314, y el año pasado 77 mil 621 nacimientos, lo que es una diferencia de casi 20 por ciento. Esto se relaciona con que las mujeres y personas embarazadas prefirieron otros servicios, por lo que el sector privado registró un alza en la atención de partos del 15 por ciento.

Por su parte, Alejandra Báez, ginecóloga particular, reportó que en diciembre de 2020 atendió más partos, hasta un 20 por ciento más en comparación con el 2019, y que algucnas de las mujeres habían iniciado su atención en el servicio público, pero al comenzar la pandemia decidieron dirigirse con ella.

“Muchas dijeron sentirse más seguras de que no habría contagio en el consultorio”.

Alejandra Báez, ginecóloga particular.

Sin embargo, cabe recordar que hubo un anuncio federal sobre la opción de acudir al médico privado sin pagar, pues el IMSS se haría responsable de los gastos por la situación de la contingencia sanitaria.

Yessica Oledo, mujer embarazada, dio su testimonio y comentó que no fue fácil decidir por el sector privado, pues todas las opciones eran caras y que el costo se duplicó, pues algunas pedían la prueba COVID-19 antes de entrar al quirófano, y cada una costaba entre cinco mil y siete mil pesos por persona.

“No había garantía de que no me contagiara en un consultorio particular, pero era menos probable”.

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Cabe recordar que durante la contingencia sanitaria el Hospital de Gineco Obstetricia se mantuvo como hospital No Covid, sin embargo, el miedo en las mujeres y personas embarazadas continuaron con el miedo por las pacientes asintomáticas que pudieran presentarse.

MAEP.

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