Desde hace más de un mes, los habitantes de la región otomí en la zona norte de Toluca sufren el desabasto de agua, es grave.
El desabasto de agua es por adeudos con los pozos delegacionales e independientes del organismo de agua local, que oscilan en 5 mil pesos hasta cifras superiores a los 30 mil pesos.
Se trata de cientos de familias a las que se les informó hace un mes, por parte de los Comités Independientes, que no habrá suministro hasta que se pongan al corriente con los atrasos. la señora Adelina debe cuatro años, tendría que pagar 4 mil pesos, pero no tiene recursos ni para pagar una pipa entre vecinos, para lo que debería aportar 100 pesos.
«No hay agua desde hace un mes, la última vez que cayó estaba bien sucia, amarilla. Algunos vecinos sí tienen agua porque han ido pagando, pero en mi casa somos cinco niños, mi esposo y yo. Él trabaja, pero en la pandemia no hubo nada y no tenemos dinero para pagar.»
Explicó que en días recientes varios vecinos se organizaron para comprar una pipa, que abasteciera al menos 10 casas, en su caso no hay cisterna o tinaco, por lo que almacena el recurso en botes y cubetas, pero no le alcanzó para su aportación y se quedó sin agua.
En Toluca hay 36 comités de agua independientes que definen sus propias reglas para el suministro, según los afectados, con el cambio de las mesas directivas llegó la exigencia de pago, pero sin prórrogas ni alternativas de pago a plazos, por lo que la mayoría no tiene dinero para cubrir los adeudos.
Maricruz, es otra afectada de San Cristóbal Huichochitlán, acudió al organismo de agua para pedir informes, en su caso hubo reducción del servicio que permite la ley a los organismos de agua municipales para los deudores del servicio.
«Debo 28 mil pesos, no habrá prórroga ni descuentos, yo iba al corriente hasta hace dos años, me quedé sin renta de los locales, me accidenté y con el Covid-19 que me dio, no me alcanzó para juntar y ahora debo más de dos años, pero no tengo para pagar y no me van a regresar el servicio completo.»
Para los vecinos las condiciones son atroces, tampoco hay agua de lluvia para regar las milpas que están cada día más secas y tampoco tienen agua en casa. Lo poco almacenado está sucio, la mayoría de las cisternas y tinacos se encuentran secos y los baños, la ropa, así como los trastes están sucios, la mayor parte del tiempo.
Ante esta problemático, ninguna autoridad ni el Gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, se han pronunciado.
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NILY
