Fotografía: Tamara Malaniy / Unsplash
Starbucks, la cadena estadounidense de cafeterías, dio a conocer que suspenderá sus operaciones en Rusia, en lo que supone una nueva medida destinada a castigar a la economía rusa por la invasión de Ucrania. El anuncio de la empresa oriunda de Seattle, Washington, tuvo lugar horas después de que MacDonald´s anunciara la misma medida.
No bien se dio a conocer lo anterior, también Coca-Cola se sumó al boicot, a lo que Pepsi respondió con el anuncio de que suspendería la venta de sodas y gaseosas en Rusia, pero mantendría intactas sus operaciones relativas a la venta de lácteos, fórmula para bebés y alimentos.
“Hemos seguido de cerca los trágicos acontecimientos y hoy hemos decidido suspender toda actividad empresarial en Rusia, lo cual incluye el envío de todos los productos de Starbucks”, expresó Kevin Johnson, CEO de la empresa, a través de un comunciado, en el que se mencionó que los 130 locales de la cadena en Rusia cerrarían sus puertas, si bien se mantendría el apoyo a los casi 2,000 trabajadores que dependen de la compañía.
Horas antes, como se mencionó líneas arriba, la cadena de restaurantes de comida rápida, McDonald’s, anunció el cierre temporal de los 850 establecimientos que tiene emplazados en toda Rusia, bajo el argumento de que pausará sus operaciones porque bajo el estigma de los valores que rigen a la empresa, es imposible “ignorar el innecesario sufrimiento causado a Ucrania”.
La decisión de ambas empresas ocasionó un efecto dominó toda vez que, después de días de permanecer sin tomar una postura, los grandes conglomerados estadounidenses reaccionaron ante el conflicto bélico y tanto Coca-Cola como Pepsico se sumaron a la medida, si bien en el caso de esta última, el cierre de operaciones no sería total debido a que implicaría el despido temporal de 20,000 trabajadores de sus fábricas y 40,000 agrícolas.
El boicot de todos estos gigantes del capitalismo estadounidense coincide con el anuncio hecho por el presidente Joe Biden de prohibir las importaciones de petróleo y gas procedentes de Rusia, una de las medida más atrevidas y contundentes que se han implementado desde que inició la invasión a Ucrania.
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