Fotografía: Alfonso 21 / CC BY-SA 3.0
La Junta de Gobierno del Banco de México revisó las expectativas de la inflación a largo plazo marginalmente al alza y las situó en 3.55%, un nivel que nunca habían alcanzado desde que inició dicha medición, y uno de los integrantes señaló que dicha situación representa una advertencia de riesgo de desanclaje inflacionario; lo anterior se desprende de la publicación de la minuta correspondiente a la última reunión de política monetaria.
Por desanclaje inflacionario deben entenderse aquellas expectativas inflacionarias que son distintas al objetivo inflacionario, que en el caso de Banxico es de 3.0%. Esto ocurre en el contexto de que las expectativas de inflación para 2022 y 2023 se incrementaron de manera importante.
“La mayoría señaló que las expectativas de mediano plazo aumentaron. Notó que las expectativas de largo plazo se revisaron marginalmente al alza, a un nivel de 3.55%. Subrayó que nunca habían alcanzado este nivel desde que comenzó su medición”, se lee en la minuta. “Uno argumentó que esto último representa una advertencia del riesgo de desanclaje. Otro consideró que las expectativas de largo plazo se han mantenido estables, si bien en niveles superiores a la meta. Algunos notaron que las expectativas medidas através de la compensación por inflación y riesgo inflacionario en bonos a diez años se mantienen en niveles elevados”.
El caldo de cultivo de lo anterior obedece a “presiones inflacionarias mayores a las anticipadas”, lo cual derivó en que los pronósticos de las inflaciones general y subyacente se revisaran al alza hasta el segundo y tercer trimestre de 2023. No obstante, y pese a la advertencia del riesgo de desanclaje, los integrantes de la Junta de Gobierno mantuvieron la previsión de que la meta de 3.0% se alcance en el primer trimestre de 2024.
“(…) la postura de política monetaria se ajusta a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico”, refiere la minuta.
En consonancia con esto, los integrantes de la Junta de Gobierno señalaron que en las próximas decisiones de política monetaria vigilarán de manera estrecha las presiones inflacionarias, y estarán atentos a todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas.
“Ello con el objetivo de determinar una tasa de referencia congruente en todo momento tanto con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3.0% en el plazo en el que opera la política monetaria, como con un ajuste adecuado de la economía y de los mercados financieros”.
Finalmente, la Junta de Gobierno de Banxico dejó entrever que ante la configuración de un panorama más complejo para la inflación y sus expectativas, “se considerará actuar con mayor contundencia para lograr el objetivo de inflación”.
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