Fotografía: Roberto Arcide
Pemex podría revertir al menos gradualmente sus pérdidas de los últimos años si realiza un manejo adecuado de la actual situación geopolítica que impera en el mundo por causa del conflicto entre Ucrania y Rusia, el cual ha propiciado un aumento en los precios del petróleo, situación que podría beneficiar a la paraestatal a lo largo de este año, lo anterior de acuerdo al reporte “Tablero Soberano de México: Los altos precios del petróleo benefician a PEMEX pero plantean riesgos para el presupuesto” publicado por Fitch Ratings.
Ahora bien, la agencia calificadora advierte que este escenario de bonanza también plantea riesgos para el gobierno de México, toda vez que de los pocos ases que aún conserva el presidente Andrés Manuel López Obrador para mantener su popularidad y gobernanza, está el de evitar que los precios de la gasolina aumenten por encima de la tasa de inflación.
“Esperamos un flujo de caja libre positivo de 10,000 millones de dólares si el precio del petróleo (WTI) promedia los 95 dólares por barril (bbl) a partir de los 11,000 millones de dólares negativos en 2021. Si bien el gobierno pagó las amortizaciones del 1T22, el apetito por más apoyo puede disminuir, ya que los precios del petróleo actualmente benefician a la empresa”, se lee en el Tablero soberano de México que publica la calificadora.
En más de un sentido el actual escenario no puede ser más optimista: los elevados precios del petróleo beneficiarán a la petrolera mexicana que verá reducida su necesidad de apoyo gubernamental en 2022.
No obstante, Fitch plantea que el principal desafío de Pemex es aumentar la producción de petróleo, algo que por el momento luce improbable debido a las restricciones financieras y el costo que ello implicaría. Una solución, sugiere la agencia, sería que el gobierno olvidase o cuando menos postergase su plan de reducir las exportaciones petroleras para así beneficiarse del actual costo de los precios del energético.
Pese a todo lo anterior, lo cierto es que se trata de un evento temporal y más tarde o más temprano los precios del petróleo habrán de reducirse, por lo que Pemex y el gobierno de México bien harían en sacar provecho de la situación.
“El gobierno apoyó a Pemex con 13,500 millones de dólares (1.1% del PIB) en 2021 mediante la reducción del impuesto sobre la participación en los beneficios de la empresa y las inyecciones de capital para la amortización de la deuda. Esperamos inyecciones de capital anuales ya que la mejora financiera de Pemex será temporal dada la debilidad financiera estructural y nuestra expectativa de precios del petróleo más bajos en 2023 (con un promedio de 80 dólares por barril) y en 2024”.
La calificadora considera que el aumento de los ingresos del gobierno federal relativos al petróleo compensarán la menor recaudación fiscal por concepto de gasolina si la mezcla de precios del petróleo en México se mantiene por debajo de los 100 dólares por barril (promedio anual).
“Por encima de este umbral, los mayores subsidios necesarios para mantener los precios de la gasolina en línea con la inflación superarán más rápidamente los aumentos de los ingresos relacionados con el petróleo”, advierte el reporte.
La proyección de precios planteada por la calificadora en relación al crudo Brent es de 100 dólares por barril para 2022, lo cual es casi el doble del presupuesto estimado de México para 2022 (55 dólares por barril).
En ese sentido Fitch advierte que es probable que el gobierno recurra a recortes del gasto “para evitar un aumento del déficit fiscal en los próximos ‘precriterios’ del informe presupuestario si las reducciones de los impuestos a la gasolina dan lugar a ingresos inferiores a los previstos, junto con una probable revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento”.
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