Fotografía: Krzysztof Hepner / Unsplash
El asunto es muy simple: el semáforo nacional de inflación está en rojo. Y lo está porque la tasa de inflación anual llegó a 7.07%, esto de acuerdo con los últimos datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Lo anterior, traducido a lenguaje lego, significa, entre otras cosas, que los alimentos y bebidas alcohólicas hoy cuestan 11.91% más que el valor que tenían 2021, y a esto debe agregarse la inflación correspondiente a transporte (7.59%). Pero si lo anterior resulta preocupante, lo es más que enero es apenas un indicador de lo que vendrá el resto del año. Es decir, las cosas van a empeorar antes de mejorar.
A contracorriente del objetivo del Banco de México, la inflación anual se mantiene por encima de lo previsto y su rango de variabilidad de 3% +/– 1%. Para ser precisos, el dato de la inflación anual del mes de enero está ligeramente por encima del consenso del mercado que es de 7.01%
Ahora bien, si se busca una buena noticia es que la inflación general en enero fue menor que la registrada en diciembre de 2021, cuando su tasa anual marcó 7.36%. Pero no hay mucho más que eso.
Y es que la trayectoria de la inflación subyacente es un motivo de preocupación importante, toda vez que no muestra reacción a los cinco incrementos consecutivos que ha realizado el Banco de México a la tasa de referencia. En ese sentido, la inflación general y la subyacente han superado el límite superior de 4.0% previsto por Banxico desde el mes de marzo de 2021. Tan sólo en enero la tasa de inflación subyacente fue de 6.21%.
En lo relativo a la inflación no subyacente, que contempla los precios más volátiles del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) al estar vinculados a decisiones administrativas, de estacionalidad o alta volatilidad, y sobre los que el Banco de México no tiene incidencia, ha mostrado una tendencia a la baja por el efecto base de los altos precios provocados por las heladas que tuvieron lugar en Texas a principios de 2021, estado de la Unión Americana que es el principal proveedor de gas de México. No obstante, su tasa anual en enero fue de 9.68%.
En el caso de los energéticos la tasa anual de inflación en electricidad fue de 6.42%, por lo que registró un ligero aumento con relación a diciembre de 2021. En lo referente a la gasolina Magna su tasa anual de inflación registró 9.27%, un porcentaje menor al mes anterior, mientras que la correspondiente al gas LP fue de –3.15%.
En síntesis, la inflación registrada en el mes de enero se disparó debido a los precios de los alimentos, bebidas y tabaco (inflación subyacente) y no por los precios de los energéticos y tarifas autorizas por el gobierno (inflación no subyacente). Lo anterior representa un severo motivo de preocupación puesto que en México el 40.7% de la población se encuentra en situación de pobreza laboral.
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