Fotografía: Miti / Unsplash
En enero de 2001 vio la luz Wikipedia, la enciclopedia colaborativa en línea, el papa Juan Pablo II publicó la carta Novo Millenio Ineunte y George W. Bush se convirtió en el 43º presidente de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, la inflación en México registraba un nivel de 7.86%. Desde entonces, el índice inflacionario no tocaba un techo tan alto… hasta hoy.
De acuerdo con los datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa anual de inflación en el país ha trepado hasta 7.72%, tan sólo 0.14% por debajo de aquel primer enero del nuevo siglo.
Ahora bien, si se toma como referente un periodo quincenal, la inflación se ubicó en 0.16%, cifra que parece baja si se consideran las seis primeras quincenas del año en las que el índice promedió 0.45%, pero en el comparativo histórico de periodos iguales, 0.16% es el número más alto desde la primera quincena de abril de 2002.
En lo relativo a la inflación no subyacente, aquella que registra los precios de los productos agropecuarios, los energéticos y las tarifas que controla el gobierno, concediendo que el gobierno de la 4T gobierna algo, a tasa anual registró una cifra de 9.38%. y –0.66% quincenal.
Parecerían buenas noticias, pero lo cierto es que no lo son, porque si bien tal descenso obedece a una disminución en las tarifas de electricidad, hay otros productos y servicios genéricos que presionan al alza al componente no subyacente.
Y si por un lado los energéticos presentan un descenso quincenal de 2.39%, los agropecuarios subieron 0.65%, número impulsado por el aumento de los precios en frutas y verduras (+0.38%), así como de los productos pecuarios (+0.87%).
En el caso de la inflación subyacente, la que define la trayectoria de la inflación en el mediano y largo plazo, esta se mantiene con presiones al alza y se ubica en 0.44% a tasa quincenal muy por arriba de las expectativas. A tasa anual, la inflación subyacente tiene un registro de 7.16%, mayor que el correspondiente a la segunda quincena de marzo (6.78%), y acumula con este 15 periodos quincenales de aumentos.
Más allá de escenarios optimistas, queda claro que el índice inflacionario mantendrá una trayectoria al alza y es probable se sitúe en 7.65% al concluir el mes de abril, lo anterior de acuerdo con un análisis de Grupo Financiero Base, que también proyecta que hacia el cierre del año habrá un incremento de 6.2% a 7.0%
“De continuar durante el segundo trimestre las presiones inflacionarias hasta ahora observadas, principalmente en el componente subyacente, la proyección de inflación al cierre del año podría revisarse hacia un nivel del 8.0%”, estima Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de la institución. “Por lo anterior y sumado a la expectativa de que la Reserva Federal subirá aceleradamente su tasa de interés este año, se espera que Banco de México siga subiendo la tasa de interés objetivo y no se descarta que pueda ubicarse cerca del 9.0% al cierre del año”.
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